Lou's little princess
Primer día de clases.
Yey.
-¡Lo siento!- Louis se giró irritado a la voz grave y nerviosa que jadeó al entrar.- ¡Me perdí!
-No importa.- Pero habló molesto, aunque el chico no haya sido muy impuntual.- Harold, ¿no es así?
-No.- Sonó ofendido, y se dejó caer como un desastre frente a él. Rulos volando, algunos enredados, rostro precioso y un fuerte acento arrastrado.- Harry. Tú eres Louis, no Loueh.
Louis parpadeó.
-Tengo escrito Harold.- Aclaró molesto en serio, y giró la hoja de la universidad.- Quéjate allí.
-Dame eso.- Masculló, y le sacó el papel de un manotazo, tachando el error con molestia para escribir arriba.- Bien.
-Oye, basta.- Recuperó sus cosas.- Jesús, no vuelvas a hacer eso, ¿bien?- Bufó, negando irritado. Recién era lunes, por Dios.- Comencemos de nuevo.- Lo miró.- Hola Harry, soy Louis, tu tutor asignado por la universidad. Es un placer.
-Hola.- Le sonrió como el sol, lleno de hoyuelos y dientes blancos, y se corrió el pelo de la cara en un movimiento.- Me da mucho gusto conocerte, Louis, espero que podamos ser amigos.
Louis parpadeó. Otra vez.
-Claro.- Qué chico raro.- ¿Me cuentas por qué necesitas...?
-¿Un tutor? ¡Claro!- Desparramó los codos por la mesa, y Louis estaba tomando agua demasiado sorprendido como para mandarlo a la mierda. Niño bonito.- Soy de Holmes Chapel, y me becaron por fin, después de que mi padre se disculpara con el encargado de las solicitudes por tener sexo con su esposa.- Louis escupió todo.- Ow, eso es asqueroso. De todas formas, se disculpó, así que me dieron mi beca, y como la universidad en mi pueblo no es tan avanzada necesito nivelarme para mis clases.- Revoleó los ojos.- Algo tonto, pero eso lo evaluarás tú, deberás firmar mi reporte de todas formas.- Le sonrió de nuevo, parpadeando dos veces.- ¿Contesté tu pregunta?
-Con creces.- Se levantó la remera para secar su boca, importándole poco y nada que todo su cuerpo se revele.- Genial. Abre tu libro.
-¿Cuál?- Preguntó feliz, girándose a una mochila repleta.
-¿... qué clase tuviste hoy?- Louis realmente se sentía perdido.
-Microbiología.- Tarareó y sacó su libro, lleno de papelitos sobresaliendo por las puntas dobladas. Agarró también un cuaderno y una cartuchera enorme, abriéndola para sacar colores y una regla, y levantó los ojos a Louis mientras abría sus cosas, expectante.
-¿Cuántos años tienes?- Frunció el ceño, confundido, y su pregunta salió a bocajarro.
-Veinte, ¿por qué?- Él también parecía confundido.
-Curiosidad.- Negó, enfocándose.- De acuerdo. Por favor, explícame lo que viste en tu clase, y si hay algo de allí que no cierre en tu mente.
Louis descubrió que Harry hablaba mucho, pero lento, de una forma insoportable y atrapante, porque prestó atención a cada palabra que salió de su boca rojiza y bonita. Le contó todo lo que vio en su clase con exactitud y sus preguntas fueron muy concisas, y a Louis le complació descubrir que era un estudiante aplicado.
-¿Contesté tu pregunta?- Louis no había dejado de ser amable, y sonrió de costado cuando Harry frente a él asintió repetidas veces, enérgico.- De acuerdo entonces, nos veremos en la tarde otra vez, ¿qué te toca?
-Química inorgánica.- Arrugó la nariz, asqueado.- No soy bueno en eso.
-Resolveremos eso.- Le sonrió, mirando el reloj.- Nos veremos aquí a las 5, pero...- Le sacó su lapicera roja de brillos, y como no vio ninguna hoja le agarró la mano, inclinándose en la mesa, anotando.- Si vuelves a perderte, escríbeme. Así sabré que no me dejarás plantado.
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Princesita
Short Story"¿Puedes separar lo profesional de lo personal, princesita?" Ese fue el reto de Louis, que le levantó las cejas, con un aura tan provocativa que ni el mismísmo Dios podría resistir. Así que Harry asintió, y su lascivo tutor sonrió, encantado. Gracia...