1

912 63 0
                                    

“Mañana es el gran día. El Gran Premio de Twitch se celebra este 26 de febrero, sábado, en el karting Vendrell de Barcelona. Estoy muy nervioso chicos, no os lo voy a negar”

Las palabras de Ibai Llanos sonaban en los oídos de todos los espectadores que en ese momento habían elegido ver su stream. Los fans de todos los participantes estaban muertos de nervios, deseando que llegara el día siguiente. El fandom que más emoción desprendía era el del streamer Reborn Live. Sus fans, los más conocidos como trajeados, twitteaban y comentaban con mucha emoción las pocas horas que quedaban para poder ver fuera del croma a su ídolo.

Era su primer evento físico, conocería a las personas con quiénes jugaba muchas tardes y muy posiblemente, a sus propios fans. Él, con sinceridad, había mencionado anteriormente que no se encontraba nervioso y que estaría encantado de saludar a los fans que se acercaran a verlo.

Madrid, 25 de febrero, 07:30 am.

Había preparado la maleta, un par de sudaderas, un pantalón, camiseta, calcetines y ropa interior. Poco más iba a necesitar para esos dos días en Barcelona, teniendo en cuenta que no tiene pensado salir más allá del karting. Cierra la maleta, la coge y va hasta la entrada de su vivienda, dejando la valija al lado de la puerta. Suspira, se da media vuelta y vuelve a sentarse en el sofá, Fénix se sube y lo mira. El hombre, con una sonrisa, acaricia a su amigo.

—Perdón por tener que dejarte solo por dos días, granuja. Te prometo que cuando vuelva, nos quedaremos por horas jugando.

El felino maulla, sacando otra sonrisa al streamer. Le mima por unos minutos más, cuando recibe una notificación en su Xiaomi. Saca el teléfono de su bolsillo y desbloquea la pantalla, encontrándose con un mensaje de la aplicación de taxis. Ya está en la puerta. Se pone de pie, le da varios besos en la cabecita al gato y va rápidamente a su habitación. Coge la gorra, se la pone y va hasta la puerta de casa. Levanta la pequeña maleta, abre la puerta y mira hacia atrás.

—No la líes mucho, Fénix.

Sale de su vivienda, cierra la puerta, echa dos vueltas con la llave y baja hasta el portal. Ve a través del cristal al taxi que le espera. Acelera el paso, abre la puerta y va hasta el vehículo. Entra, saluda al conductor y este se pone en marcha.

—¿Y a qué va a Barcelona?
—Trabajo —contesta Reborn, sin saber muy bien cómo responder.
—¿En qué trabaja usted?
—Estoy en una empresa y me encargo de reunirme con persona de otras empresas.
—Que bien, un negociador en toda regla.
—Claro.

¿Qué más podía responder aquel streamer a un taxista que aparentaba tener más de 50 años? Lo más fácil era mencionar su anterior puesto en la empresa, menos explicaciones.

Llegan a la estación de tren de Atocha, el taxista para frente a la entrada principal, le da al contador y mira hacia atrás.

—Ya hemos llegado, joven.
—Muchas gracias, ¿cuánto sería?
—En total 45,24 euros.
—Le pago por la aplicación, si no le importa.
—Sin problemas, chico.

Reborn saca su teléfono, entra a la aplicación correspondiente y pulsa en el viaje que acaba de hacer. Da a la opción de pago, mete su tarjeta y confirma el pago, suena el teléfono del conductor.

—Recibido, que sea un buen viaje.
—Perfecto, gracias que tenga un buen servicio.

El joven sale del vehículo con maleta en mano, cierra la puerta y va hasta la estación. Por suerte compró el billete por internet, así que iba a poder evitar hacer colas de más.

Pasa el billete y anda hasta la zona de andenes, mira bien el papel para encontrar el correspondiente. Levanta la mirada y tras un pequeño barrido, encuentra el andén 5. Camina tranquilamente hasta este, cuando se percata de que el AVE ya está llegando. Las vías chirrían, haciendo saber que está a escasos metros de la estación. El tren para y se posiciona delante de todas las personas que esperan su llegada. Las puertas se abren y muchos pasajeros salen de este, sin mantener la distancia y dejan el transporte completamente vacío.

Tras unos 10 minutos de espera, los pasajeros comienzan a entrar al AVE. El streamer espera a que la gente suba, para luego entrar él y buscar su asiento adjudicado. No tarda mucho en verlo y sentarse. Le toca ventana y sin nadie al lado. Deja la maleta en el asiento de al lado, saca sus auriculares y los conecta al teléfono. Se los pone en sus oídos, entra a Spotify, le da play a la playlist 80's y se queda observando por el gran ventanal cómo van dejando atrás la estación.

Barcelona, 25 de febrero, 10:37 am

Llega al hotel, se acerca al mostrador y da su nombre, la chica no tarda en darle su llave correspondiente e indicarle donde se encuentra su habitación. Reborn agradece y va directamente hacia el ascensor. Pulsa el botón y se abren las puertas, entra y da al botón de la planta 7.

Abre la puerta de su habitación, ingresa y cierra detrás de él. Observa desde el pequeño pasillo que lo recibe un gran ventanal y el final de una cama. Camina unos pasos y a su izquierda ve un baño con dos lavabos juntos, hace una mueca. Termina de entrar y ve la gran cama de matrimonio que se posiciona en medio de toda la habitación. Hay un escritorio frente el ventanal y una televisión frente la cama.

Deja la maleta sobre el blando asiento y se sienta, suspira y se quita la mascarilla. Pasa la mano por su cara, intentando espabilarse y se apoya con las dos manos hacia atrás. Dos golpecitos a la puerta hace que vuelva a ponerse recto. Vuelven a sonar, así que se levanta y abre, encontrándose de frente con una chica de pelos de colores y dilatas en sus orejas. Ambos se miran.

—Perdona, ¿es esta la habitación de Suzy?
—No, te has equivocado.
—Disculpa, ando perdida —ríe— por cierto, ¿tú eres Reborn, verdad?
—El mismo, ¿y tú?
—Soy Pandarina, estoy en el equipo de KOI. No sé si te suena de algo.
—Sí, el equipo de esport de Ibai.
—El mismo. Bueno, voy a buscar a mi compañera. Nos vemos en los karts.
—Ahí nos veremos.

Sonríen y el chico cierra la puerta, vuelve a la cama. Sabe que Ibai tiene un equipo propio de esport junto a Piqué, pero no sabe quiénes son todos los integrantes. Pandarina ni siquiera le suena, pero ya le ha parecido maja. Por su acento, Reb se plantea la idea de que sea andaluza. Un acento que le gusta imitar en sus streams.

Saca algunas cosas de la maleta, cuando recibe un mensaje de Ibai avisándoles por el grupo del evento a todos que bajen y se queden en la entrada del hotel. Reborn coge la mascarilla, se la pone, coge el móvil junto a la cartera, por último pilla la llave de su habitación y baja hasta la recepción del hotel.

Nada más abrirse las puertas del ascensor, ve a un montón de personas hablando entre sí. Hace un pequeño barrido y logra distinguir a Ander, su compañero de escudería. Localiza a Axozer, que habla con Carola, así que se acerca a ellos.

—¡Reborn! —exclama Axozer en cuanto lo ve— ¿te volvistes a dejar el croma?
—Ja ja, que gracioso el niño —sonríe exageradamente— ¿cómo estáis?
—Madre mía pero si es el señor Reborn Live —dice el gallego.
—El mismo —sonríe— qué alegría verte, Carola.
—Igualmente Reborn, que vozarrón por Dios. Como impone.
—Tampoco es para tanto —dice quitándole importancia.
—¡Chicos, atended por favor!

Miran todos hacia la puerta y ven a varias personas con papeles en mano, que los observan con una sonrisa.

—Buenos días a todos y bienvenidos al Gran Premio de Twitch. Ibai nos ha mandado para cuidaros durante el viaje en autobús hasta el karting, ya que se encuentra alejado del centro. Vamos primero a comprobar que estéis todos y os llevamos al autobús. Id diciendo yo cuando os nombremos, por favor.

La chica de gafas comienza a pronunciar los nombres de todos los streamers, que según van confirmando su asistencia van saliendo afuera del hotel. No tardan mucho que comprobar y llevar a todos al autobús. Reb al salir, un chico se acerca a él con una sonrisa.

—Hola Reborn, soy un seguidor tuyo desde hace tiempo. ¿Podría sacarme una foto contigo, por favor?
—¿Cuál es tu nombre y apellidos? —pregunta con una sonrisa, creando que el fan ría y le diga su nombre.— Era broma hombre, por supuesto.

El chico saca el teléfono, se coloca, el streamer se baja la mascarilla y se pone adecuadamente. Se hacen varias fotos, el chico le da las gracias y se despiden. Se sube la mascarilla de nuevo y entra al autobús.

Reborn se sienta en los primeros asientos, el que da al pasillo. Carola detrás en el lado contrario también en pasillo y Axozer a su lado. Se dedica, parte del viaje, a mirar Twitter. Suelta alguna risa al ver como sus trajeados comienzan a entrar en pánico. Al parecer aquel chico ya ha subido la foto y están todos súper emocionados. Como dirían ellos mismos: han entrado en demencia.

-🍃 𝙆𝙖𝙧𝙩𝙞𝙣𝙜 𝘿𝙖𝙩𝙚𝙨 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora