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Jimin POV

No sabía hacia dónde ir. Luego de adelantar un poco de trabajo en la oficina, decidí volver a casa y darle una sorpresa a mi novio. Pero como todo en esta vida se presenta al revés, terminé siendo yo el sorprendido. Después de haber pasado años juntos, de estar comprometidos hace un par de meses y con un matrimonio a la vuelta de la esquina, lo encontraba compartiendo la cama con quien era mi mejor amigo.

Ahora, conducía de noche por las oscuras calles de la ciudad, con una horrible tormenta cayendo y una cascada de lágrimas descendiendo por mis mejillas. Apenas podía ver lo que estaba sucediendo, por lo que no pude reaccionar a tiempo cuando una camioneta se pasó una luz en rojo y chocó de frente conmigo. Por suerte, llevaba cinturón de seguridad y estaba conduciendo con mucho cuidado. Me quedé quieto, esperando a la ambulancia que alguien había gritado que esperara.

A pesar de no tener ninguna herida visible, los paramédicos insistieron en llevarme a Urgencias, alegando que podía tener alguna lesión interna de la que no sabíamos. Para dejarlos más tranquilos, accedí a regañadientes.

—Park Jimin, 24 años — exponía un paramédico mientras me ingresaban en una camilla a la sección de urgencias — tuvo un accidente en la Av. Jamwon.

Me vi rodeado de enfermeras que colocaban cosas extrañas sobre mí. Traté de ignorar todo, cerrando los ojos y deseando que todo acabara de una vez por todas. No tenía ninguna herida y nada me dolía, excepto el corazón, pero no había ninguna cura médica para el engaño.

Continúe ignorando todo a mí alrededor, hasta que una voz me sacó de mis pensamientos.

—Llevemos al señor Park a una habitación más privada — abro los ojos y me encuentro a una estrella de cine con bata médica — no es necesario que le hagamos estudios en Trauma.

Mi mente no lograba creer lo que mis ojos veían. Aquel alto y pálido hombre, de facciones fuertes y cabello negro, era MI doctor. Por su aspecto, no aparentaba más de unos 30 años y por su manera de hablar, de moverse y andar, debería estar caminando en una pasarela en Paris o en el plató de la última película de Cameron James.

—Bueno, señor Park — comienza a decir — soy el Doctor Jeon Jungkook y .

Antes de responder, me di cuenta que me habían trasladado a una blanca e inmaculada habitación, y que, por sobre todo, estábamos el doctor y yo, solos.

—Por favor, llámeme Jimin.

—— me respondió dándome una sonrisa que me dejó en blanco por varios segundos.

Lentamente se acercó a mí con la misma sonrisa matadora, mientas colocaba un estetoscopio en mi pecho, sin dejar de mirarme. Luego, con una voz cargada de sensualidad volvió a hablarme.

—Dime si te duele — me miro directo a los ojos y comenzó, tocando mi rostro, mi cuello y mis hombros. Negué el dolor en todo, porque, a decir verdad, estaba disfrutando el suave toque sobre mi piel.

—Ahora, dime si te duele — casi sin darme cuenta, sus manos estaban sobre mi pecho, aún con la camisa puesta. No pude decir nada, sólo me limité a cerrar los ojos y arquear la espalda, presionando aún más mis pezones contra sus manos. Lentamente comenzó a descender, mientras yo volvía a respirar.

Su boca se acercó a la mía, al mismo tiempo en que sus manos recorrían mis costados. La recibí gustoso, sin pensar en nada que no fueran sus caricias y el dulce sabor de su boca. Al separarnos, tomé una gran bocanada de aire, llenando mis pulmones de su esencia. El continuó haciendo un camino de besos por mi mandíbula hasta mi oído, mientras sus manos no dejaban de deslizarse por mi cuerpo.

Medicina para un corazón roto - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora