Capítulo 8

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_____ consiguió resistir hasta llegar a casa y meterse en la ducha, antes de dar rienda suelta a su llanto. Cuando salió, completamente recuperada y vestida con pantalones vaqueros y una camiseta, fue a reunirse con Keno en el cuarto de estar. Él también se había duchado y llevaba pantalones negros, botas negras de vestir y una camisa blanca impecable con las mangas dobladas que permitía ver sus antebrazos, bronceados y musculosos.

Al darse cuenta de que él se había vestido de estilo más formal, _____ pensó que quizá le gustaría que ella se pusiera uno de los vestidos que le había comprado, así que regresó al dormitorio a ponerse uno azul a rayas.

La cena estaba servida en el patio trasero, justo a la salida del dormitorio principal. Elisa había puesto la mesa redonda, con un bonito mantel y una vajilla de porcelana buena, bajo la sombra de un árbol cercano. El candelabro del centro de la mesa no estaba encendido aún, y Keno prendió una cerilla para remediarlo.Todo parecía muy estudiado y ______ sospechó que había sido idea de Keno y no de Elisa. En el aire tibio del atardecer, el conjunto formado por el candelabro, la porcelana, las copas aflautadas y la botella de vino que Keno acababa de abrir,resultaba muy romántico.

Era un gran alivio haber conseguido superar el conflicto entre ellos hasta lograr ese punto de camaradería y sosiego. Era como un milagro, pues, tan solo la noche antes, la situación era sombría y tensa. ______ se había jurado a sí mismano dejar nunca que las cosas volvieran a ser como antes de ese día y, al parecer,Keno había decidido lo mismo.

Aun así, ______ estaba preocupada por lo que pasaría a partir de ese momento,no porque la perspectiva de la intimidad física la pusiera nerviosa, sino porque quería que su matrimonio se basara en algo más que el sexo y tener hijos. Lo ocurrido ese día había sido un buen comienzo, pero sentía que no era digna de ninguna de las cualidades más profundas de un matrimonio, en especial, el amor de Keno.

Era una sensación que se acrecentaba con cada gesto generoso y bien intencionado de Keno. Él era quien hacía los sacrificios y ella era quien, sinduda, se beneficiaba. Ella no se lo merecía, no era digna de nada, inclusive lo que Keno había hecho por salvar Rancho Talbot.

Le parecía que sus esfuerzos por encontrar una manera de igualar o superar los sacrificios que él hacía y su generosidad fallaban, y se preguntaba qué podía hacer o darle para ser digna de él. Y, desde luego, sería difícil recuperar esos cinco años de ventaja que le llevaba.

-Tenemos tiempo para un brindis antes de que Elisa traiga la cena -dijo Keno alzando su copa de vino, cuya fragilidad resaltaba entre sus fuertes dedos.

______ también alzó su copa hacia él.

-¿Por qué brindamos?

-Decídelo tú.

La había puesto en un compromiso con mucha sutileza. No se atrevió a brindar por lo que realmente deseaba, y eso hizo más profunda su melancolía.

-¿Qué te parece brindar por... nuestro futuro?

-¿Tenemos un futuro?

La pregunta era un golpe doloroso. ______ respondió con un hilo de voz:

-Durante tanto tiempo como tú lo desees, Keno.

Él la miró fijamente durante unos instantes, con la copa preparada para chocar con la de ella, pero sin moverse.

-Entonces, dilo así.

_______ alzó la copa un poco más arriba y dijo:

-Por nuestro futuro, juntos.

Keno tocó la copa con la suya y ambos dieron un sorbo. Él dejó su copa y, apoyado en la mesa, se quedó mirándola. La intensidad de su mirada la pusonerviosa, y se puso a juguetear con su copa.

ʟᴀ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴇꜱᴘᴏꜱᴀ - ᴋᴇɴᴏ ᴍᴀʀᴛᴇʟʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora