El espejo

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Aquí un pequeño cuento que un gran amigo me pidió escribir, y aqui se los traigo con todo el cariño y respeto como siempre.
Idea original: Carlos Gonzalez.
Escrito por: Pekka Sánchez.
Cuento corto

En un mundo en el que las personas opinan y ofenden sin importar las consecuencias, nacen personas que no pueden ignorar, y no porque sean incapaces de hacerlo si no porque las hacen incapaces de poder ignorar la opinión.

Y la historia de Ryan es una prueba de ello, Ryan como cualquier chico de 17 años que vive en un mundo donde los celulares se han vuelto indispensables, día con día interactua cara a cara con las redes sociales, incluso cuando se encuentra en la escuela, atraves de los pasillos observa como los chicos hablan del tema que este en tendencia en las redes e incluso se burlan del mismo aunque el tema no de risa o sea grave.

Ryan no era un alumno excelente pero tampoco era desobligado, el se esforzaba el intentaba dar lo mejor de sí, pero la sociedad siempre quiere ver a aquellos que luchan rendidos.

Todo empezó un día por la mañana Ryan se preparaba para ir a la escuela; el no quería ir, pero pensaba que era lo correcto, que en el futuro podría hacer algo que aunque trabajará lo haría apasionadamente.
Cuándo salio de su casa ya listo para ir a la escuela, miro su casa la cual se veía vieja y en mal estado, el veía su casa con mucha impotencia, el quería arreglarla, quería que renaciera, pero no podía, no estaba en sus manos arreglarlo, no tenía el dinero ni la fuerza para hacerlo, Ryan solo tenía a su madre y su padre falleció cuando el tenía 10 años, su padre siempre busco darles lo mejor a él y a su madre, su padre siempre daba la imagen de poder con todo lo que vivía, eso admiraba Ryan de el, esa imagen que su padre tenía, esa imagen que daba al mundo que hacía verlo como inquebrantable.

Ryan dejaría de ver su casa y se subiría al auto donde su madre lo iría a dejar a la escuela antes de que ella fuera a trabajar, ella laboraba en un hospital que estaba algo lejos de donde vivían, todo para que recibiera un salario pobre que no era justo ni suficiente para poder darse una vida digna, Ryan sabía esto y lo miraba con tristeza, sabía que su madre no podía dejar el trabajo pues no había mucho empleo y la situación no era la más óptima, su madre era lo único que tenía y por culpa del estúpido hospital no podía estar con ella, regularmente su madre tenía jornadas muy largas y llegaba cansada a casa solo a cenar y dormir, haciendo que Ryan después de la escuela estuviera solo, sin nadie con quien desahogarse o divertirse.

Llegarían a la escuela y Ryan se despediria de su madre deseandole éxito en su trabajo, consiguiente entraria a las instalaciones para dirigirse a su aula, por los pasillos veía a gente hablar y opinar de otros de manera drástica, literalmente se criticaban entre sí, no se aceptaban como eran, se desahogaban diciendo los errores de los demás, solo porque ellos se sentían frustrados de lo que eran realmente. Esas cosas las sabía bien Ryan así que las tomaba como algo triste pero real y sin más dilación entro a su salón, su día parecía algo común era el chico solitario de la escuela, nadie sabía mucho de él, solo sabían su nombre y grupo pero fuera de eso nadie conocía a fondo a Ryan, por lo que cuando el profesor de matemáticas lo invito a responder unos ejercicios en el pizarrón, mientras Ryan se dirigía a resolverlos se sintió extraño e incómodo, pudo detectar mientras caminaba miradas que expresaban curiosidad, desagrado e incluso burla, intento ignorarlas pero solo se puso nervioso y preciono tanto el plumón que se safo y toda la tinta se calló en su camisa blanca, era una tinta de color carmesí y ahora toda la tinta cubría su camisa, todos los compañeros se burlaron de él, el profesor los calló y le dijo al joven que fuera a limpiarse y que luego regresara y fue lo que hizo, pero al volver se dio cuenta que ahora estaba en boca de todos era motivo de burla y farándula, el sentía incómodo pero no decia nada, no quería problemas, solo intentaba ignorar a sus compañeros, y funcionó hasta que salió del colegio y ya fuera unos chicos lo acorralaron y molestaron, le decían miedoso, pobre e inútil y entre todo lo que le hicieron le rompieron su mochila y después salieron corriendo, había gente viendo lo que pasaba pero lo ignoraron, Ryan recogió sus cosas, subió al camión que lo llevaría a su casa y mientras viajaba hacia su casa y veía como recorría el camino de siempre una sensación de indignación lo recorrió, y solo quería verse en un espejo para ver quien era, intento verse en un espejo que está dentro del camión pero estaba empañado y no podía verse se sentía vacío, llego a su casa y se bajo aún indignado aún vacío, vio un charco de agua y antes que pudiera verse unos niños pasaron corriendo por el y no pudo verse en el, decidió entrar a casa. Subió a su habitación, dejó sus cosas y tomó su teléfono, aún tenía una sensación de indignación, pero más se tardo en sacar su teléfono que en lo que se dio cuenta que era viral en redes sociales, no por algo bueno, si no por una burla, se difundió un video en el que el estaba haciendo los ejercicios cuando sucedió lo del plumón, medio Internet lo crítico y se burlo de él, sin saber por lo que el estaba pasando, sin pensar si lo podía afectar.

Aventó su teléfono contra la pared y este se quebró, no se dio cuenta pero tenía cara a cara un espejo, pero otra vez este estaba empañado, quería verse en el pero no podía, pareciera que el no existía, que el soló era la burla y nada más, el empaño que tenia el espejo era toda la crítica, la falacia y las burlas que recibió, estas no dejaban que el pudiera verse, era tan resonante  lo que los demás decían de él que Ryan no veía su potencial, no veía quien era en realidad, no podía aguantar esa idea, no podía verse al espejo, porque el espejo estaba empañado con un color rojo carmesí al igual que su camisa manchada del mismo color carmesí que había provocado tal estado, un espejo empañado no deja ver nuestro reflejo, un espejo que es manchado por la opinión pública una opinión que no sabe lo que se vive, sólo habla porque es tendencia, solo habla para empañar el espejo.

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