Capitulo 5

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-Oye Peter, ¿estás bien? —Preguntó Carter algo preocupado por el niño, el cual estaba serio, sentado en una cama, mirando sin llegar a ver la hoguera.

-¿Qué fue eso? ¿Por qué ayer estaba Cat tan asustada cuando acabé de hablar? Además, no era la única, Lana parecía sorprendida, y tú, —Peter apartó la mirada tímidamente, no sabía cómo explicarle aquello a Carter —no, no tú. Más bien tus ojos, si eso, tus ojos, brillaban y me pareció verlos de otro color.

-¿Brillaban? —Carter no sabía cómo entender eso, sus ojos siempre habían sido del mismo color, no era como otros niños a los que le cambiara el color según la luz o el estado de ánimo, lo cual tampoco era muy común -. Intenta explicarlo mejor.

-A ver, tus ojos se volvieron algo así como naranjas, y juro que podía ver cómo tu mente conectaba los pensamientos. Bueno, mejor déjalo, tal vez estaba cansado y nervioso, y vi cosas que no eran.

-O quizás fue el reflejo de la hoguera, no te preocupes por eso. Me apetece dar una vuelta y hay algo que me gustaría enseñarte, ¿te gustaría venir conmigo?

El niño asintió rápidamente, quería salir de ahí. Carter y Peter salieron del refugio  y bordearon el río durante algo más de una media hora. Luego, llegaron a un pequeño lago, en la zona más apartada del lago había una cascada, era increíble que algo como eso pudiera estar bajo tierra. Era un espacio circular y los techos rocosas estaban unos tres metro por encima de ellos. Gracias a la intermitente luz que desprendían las antorchas, las paredes y el techo parecían brillar y daba la sensación de que volvían a estar en la superficie; en una tranquila noche estrellada, tan solo faltaba la luna.

Pusieron las antorchas que llevaban en las paredes, y Peter miró asombrado todo aquello que lo rodeaba, quizás podría llegar a acostumbrarse a vivir allí abajo. Si había más cosas como aquella, entonces, tal vez, no era tan malo entar ahí abajo, a fin de cuentas, un sitio así no podría estar en la superficie. Entonces miró Carter, el chico estaba acabando de quitarse la ropa, cuando acabó se acercó al lago y se zambulló en el agua. Peter no pudo resistir la tentación y rápidamente se despojó de la ropa que llevaba y corrió tras Carter. Se acercó lentamente a él e intento hacerle una aguadilla, y así, como si de dos niños pequeños se tratase empezaron la mayor guerra de agua de la historia.

*                           *                           *                           *

Legaron como pudieron a la orilla y se tumbaron boca arriba respirando entrecortadamente, llevaban cerca de dos horas metidos en el agua. Había comenzado como una pelea acuática, pero habían acabado haciendo carreras y todo otro tipo de juegos en el agua. Habían terminado totalmente arrugados y exhaustos. Entonces, Peter recordó la conversación del refugio.

-¿Te acuerdas cuando Lana y yo dijimos que los humanos estaban esclavizados? Cuándo Cat se desmoralizó. En ese momento, sus ojos se volvieron violetas. Y eso, ya no era el reflejo de ninguna hoguera.

-¿Violetas? No quiero desmentir nada, pero, ¿estás seguro?

Peter hizo un esfuerzo por recordar aquel momento, se concentró en pensar en el lugar y en revivir el momento. Y entonces, ahí estaba, parecía como si volviera a estar allí, Cat y Carter abrazados en el suelo, Lana de pie en la puerta y los ojos de Car, sí, eran violetas.

Miró a Carter y le aseguró que eran violetas, pero parecía estar en estado de shock. Miraba incrédulo al pequeño, pero rápidamente, recuperó su postura habitual. Sus volvían a parecer naranjas, o eso le pareció a Peter, pero esta vez no mencionó el detalle. Entonces para sorpresa de Peter, Carter le hizo una extraña petición. Le pidió que recordará algo de su pasado, y que sintiera como si realmente estuviera allí, pero que no mencionará lo que estaba pensando. Peter pensó que Carter se debía estar volviendo loco, pero también recordó que no tenía nada que perder.

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