¡Ser pareja de Katakuri! ¡Estaba tan feliz que no paraba de comer chocolate y ver una película de acción en mi casa! No paraba de mandarle mensajes a ver cómo estaba y él me respondía rápidamente. Se notaba que nos gustamos, que no queríamos que se acabase pronto. Si tenía que ausentarme, se lo comunicaba y luego le volvía a escribir. A veces intercambiamos llamadas echando de menos nuestras voces. Siempre lo he dicho. El tono de Katakuri era atractivo, varonil y atrayente. Siempre me preguntaba si era buena idea invitarlo a mi casa y pasar el día con él. Ahora tenía la manía de jugar con el mechón de mi pelo con cierta intriga. Di un suspiro pesado estando un poco aburrida. Creo que debería de hacer ejercicio. ¡Correr en el parque!
El mando estaba siendo aplastado por mi cuerpo por lo que lo cogí y apagué la tele para luego dirigirme a la habitación y abrir el armario buscando ropa deportiva cómoda. También pensé en ir al gimnasio y entrenar el boxeo, pero me apetece correr y con la música a tope —no demasiado porque me quedaré sorda y no podré escuchar la voz masculina de mi pareja—. ¡Ay! ¡Cómo suena eso! Ya estaba vestida y con las playeras blancas, me dispuse a coger una riñonera para meter el móvil, las llaves y una cartera pequeña con mi documentación. ¡Vamos allá! No cogeré el autobús. Correré de mi casa hasta el parque que está a una hora. Será un paseo agradable. Me puse los auriculares y apreté el botón play del móvil para reproducir música.
Troté con suavidad controlando mi respiración para no abusar de ello. Me gustaba mirar a mi alrededor, ver a gente pasear o salir de sus trabajos para recoger a sus hijos. También pasar en tiendas de comida donde el olor queda impregnado en mis fosas nasales. Una delicia. Estas cosas las disfrutaba como una niña. Tenía mucho cuidado a la hora de cruzar por el paso de peatones mirando a los lados por si venía algún coche. Mi físico me permitía estar en plena forma y correr sin ningún problema. Caminar y correr eran dos cosas distintas porque a una hora voy caminando y media hora corriendo. Ya visualizaba a lo lejos el parque, así que pegué un tremendo sprint para llegar hacia la entrada y bajar la velocidad. Observaba a los niños jugar en una zona recreativa para ellos siendo observados por los padres. No me gustaría que les sucediese algo. Todavía eran pequeños con mucha inocencia por delante. Yo mataría a todos los pedófilos.
El parque, aparte de ver a los niños, tenía cierta particularidad y era un lago con un montón de patos. Esos animales eran libres de hacer lo que quisieran. Me gustaba escuchar sus graznidos, ya sea en los adultos y en los polluelos. Me limitaba a parar la música para escucharlos bien. De pronto, escuché cierta discusión entre dos personas. Una chica y un hombre. Por instinto tuve que detenerme para ver lo que pasaba. El hombre de cabellos lilas recogidos por una coleta estaba acosando a una chica de cabello corto y negro azabache. Era super bonita. Esos ojos chocolate envidiaban a cualquiera. Yo pensaba intervenir, pero parecía que no hacía falta porque la chica se defendió completamente. Un momento, me detuve a ver perfectamente a ese chico. Me resultaba familiar, pero no sabía con claridad donde lo vi. Bueno, proseguí con mi entrenamiento.
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Amar a una "tsundere" (Katakuri x Len)
Fiksi PenggemarHirawashi Len era una chica aficionada al boxeo y a cualquier tipo de artes marciales. Lo que más destacaba de ella era su comportamiento amor y odio hacia las personas. En un momento está de buen humor, pero luego su humor cambia a la de una mujer...