Mi amigo secreto

08

Verendus

¿Lo sientes?
Es tan extraño cuanto tus ojos cansados no quieren desconectar tu cerebro.
Aguantar el miedo, cariño...es un crimen.
Acalla tu mente.

Habían pasado seis días, y Mycroft pudo notar un leve cambio en el estado de ánimo de Clara. Sin duda, podía ser demasiado pronto para decir que ella estaba mejorando, pero así era.
Su sonrisa triste y dolida, había recuperado cierta fuerza. Sus ojos apagados, parecían resurgir con una chispa deslumbrante y su voz iba dejando de ser un susurro para volver a ser firme y dulce. Además, sus movimientos habían dejado de ser languidos y su caminar aunque marcado por esa terrible lesión, era cada vez más preciso.

Incluso todas las tardes, Clara salía a dar un paseo acompañada, ya sea de él, de su madre, de John y después se disponía a tomar el té.

-Doctor, le gustaría acompañarnos- decía Clara al momento en que veía a Hannibal llegar y al mismo tiempo le regalaba una dulce sonrisa.
Hannibal por su parte, sonreía complacido y se sentaba a su lado. Después, ambos conversaban largamente. Todo ante la mirada seria y molesta de Mycroft. Ya que había algo en aquellas acciones que lo perturbaba y lo hacía desconfiar más de aquel psiquiatra.

Aunque en realidad, no todo era bueno, Clara todavía mantenía algunos problemas de sueño y por momentos parecía recordar algunos sucesos traumáticos. Tampoco se había acercado a Sherlock. Es más, ahora parecía temerle y mantener una postura hóstil hacia él. Algo que al menor de los Holmes afectaba profundamente.

-No me quiere ver, John- dijo él, una tarde mientras la veía caminar con Mycroft.
-Es algo natural- debatió John, quien también los miraba.
Al escuchar eso, Sherlock lo miro enfadado y John no tuvo más remedio que hablarle con la verdad.
-Que esperabas Sherlock, cometimos un error o ya no recuerdas.

Esas palabras hicieron, que en efecto Sherlock pudiera recordar aquel último caso.
"-Debes entrar a revisar esa casa.
-Pero estás seguro- cuestionó Clara
-Lady Frances Carfax se encuentra ahí, y si no detenemos a Schlesinger, la asesinará- dijo él
-Bien, yo me encargo- exclamó ella.
Antes de colgar, Sherlock pronunció con preocupación su nombre.
-Clara...
Ella pronto entendió que Sherlock trataba de decirle que tuviera cuidado, así que en un intento por tranquilizarlo, respondió
-Todo estará bien. Nos vemos más tarde Sherlock Holmes.
La llamada terminó.

Casi media hora después, llamaron a la puerta de la mansión Carfax.
-Frances- pronunció lord Carfax al verla. En efecto se trataba de lady Frances Carfax y aunque se veía angustiada, estaba bien. Sin demora la pareja compartió un efusivo a abrazo y todavía seguían juntos, cuando Sherlock hizo una importante pregunta.
-Y la agente Hudson, dónde está.
-Agente Hudson- debatió Frances desconcertada.
Eso hizo que Sherlock se molestara, y fue John quien le explico.
-Sí, la agente Hudson. Ella la rescato en casa de Schlesinger, no.
-No, perdone. Pero no conozco a ninguna agente Hudson. Yo me escapé de la casa de Schlesinger- aseguró Frances.

Esas palabras, hicieron que Sherlock tuviera la sensación de que había cometido el peor error de todos y no se equivocó. Pues en ese preciso momento, Schlesinger disfrutaba de ver el sufrimiento de Clara."

Cierta mañana, Mycroft recibió una llamada.
-Cantlemere
-Mycroft, las cosas se han complicado.
-Si son malas noticias, habla ya- ordenó Holmes
-Su majestad la reina quiere hablar contigo acerca del caso del asesino serial. El ministro de justicia convenció al gabinete, y aunque el primer ministro se opuso, la presión fue demasiada. No pude hacer...
-Lo sé, no hiciste lo suficiente- ironizó Mycroft
-Bueno, si tú estuvieras aquí nada de eso hubiera pasado, verdad- retó Horacio
-Iré en cuanto pueda- aseguró el mayor
-No Mycroft, la reina quiere verte hoy mismo, la situación es urgente.
Un breve silencio se hizo en aquella llamada y pronto Mycroft contestó. -Iré.