Capítulo 3

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La mudanza ya había acabado, todo de nuevo estaba en su ritmo habitual, claro que ahora el conseguir muebles para el departamento era una nueva tarea. Mis ahorros eran apenas un suspiro, ahora tenía que trabajar más si quería conseguir buenos muebles, aunque claro, no tenía ningún problema con eso, en cierto punto me parecía algo divertido de hacer.

Mis estudios iban bien como es costumbre, al pasar unos días me di cuenta de que aquel chico con el que había chocado el día de mi mudanza vivía a un lado de mí, así que decidí estar atenta un par de días para ver si podía cruzarme con él de nuevo, pero me di cuenta que casi nunca estaba en casa, lo cual me desanimo un poco. También hace un par de días me encontré con una situación un tanto peculiar y es que una compañera estaba siendo molestada por otros chicos de clases superiores, aunque decidí no meterme en aquel conflicto, ya que me encontraba lo suficientemente ocupada para añadir un conflicto más a mi vida, lo cual fue, un grave error...

Un día normal de la semana termine mis clases y salí de la escuela directa al trabajo, una chica se encontraba parada en la esquina donde siempre suelo pasar, no le tome importancia, pero en cuanto pase para seguir mi camino esta tomo mi brazo y me hizo pararme de inmediato.

- H-hola Jade, ¿Vas a tu trabajo? – Al dirigir mi mirada a su rostro pude percatarme de que se trataba de mi compañera a la cual molestaban, sentí un presentimiento extraño cuando ella me hablo, pero pensé que era mi paranoia o simplemente pensamientos estúpidos – Si, ¿Por qué? – Al confirmar a donde me dirigía hizo una gran sonrisa y soltó mi brazo – Por nada, s-será mejor que no salgas muy tarde, Jade. – Tomo su mochila que estaba en el suelo y continúo su camino.

Aquellas palabras me dejaron algo helada, no sabía si se tenía algo entre manos aquella chica, aunque sería raro ya que nunca he tratado con ella o le he hecho algo, pero mejor decidí no continuar pensando en eso y mejor dirigirme al trabajo ya que estaba llegando un poco tarde.

Ya una vez en el trabajo me cambie y tome los objetos de limpieza, debíamos limpiar la cafetería antes de abrir, me coloque mis audífonos para escuchar música y comencé a trapear, pero, había algo raro, sentía que alguien afuera de la cafetería me estaba observando por los espejos, me detuve para mirar si había alguien afuera.

- ¿Qué ocurre Jade? – Pregunto mi amiga Rebeca un tanto preocupada – Pensé que había alguien afuera Rebe, pero ya vi que no, no te preocupes. – Rebe algo extrañada continúo haciendo sus labores y yo también, pero aquel presentimiento volvió a inundarme. Rebe abrió la cafetería y como era costumbre los clientes comenzaron a llegar, pensamos que iban a ser los mismos clientes de siempre y que el trabajo se encontraría tranquilo, pero no fue así, llegaron más clientes de lo habitual, por lo tanto terminamos más tarde. En ese pequeño instante recordé aquellas palabras que dijo mi compañera, "Sera mejor que no salgas muy tarde", por tercera vez el presentimiento volvió a inundar mi cabeza, sin duda algo tenía entre manos.

Los últimos clientes se fueron, solté un gran suspiro, festeje con Rebe por el gran trabajo de hoy e incluso jugamos piedra, papel o tijeras para ver quien hacía la limpieza y como era costumbre, Rebe perdió. Me dirigí a los vestidores para cambiarme de ropa e irme a casa, pero Rebe me detuvo algo preocupada – Oye Jade, ¿Y si esperas a que cierre?, así podría acompañarte a tu casa. – Sabía que Rebeca decía eso por lo que le comente mientras limpiaba, pero me encontraba cansada, solo quería irme directo a casa y por fin descansar – No te preocupes Rebe, tengo un gas pimienta en caso de que suceda algo, además no pasara nada, así que no te preocupes. - Rebe hizo un puchero totalmente en desacuerdo, pero de mala gana acepto, siempre y cuando avisara cuando ya estuviera en casa.

Me despedí de mi amiga, una vez afuera mire a una esquina que se encontraba poco iluminada, daba un poco de miedo ya que no había casi nadie en la calle, pero mejor no me hice ideas raras y comencé a caminar. A mitad de aquel callejón una chica grito demasiado fuerte, me frene en seco, estaba completamente asustada, ya no podía regresar a la cafetería porque sabía que Rebe ya se habría ido, en ese momento me maldije mil veces a mí misma por no haberla esperado, pero no tuve de otra más que seguir caminando, esta vez aún más rápido, a punto de salir del callejón se encontraba una chica tirada en el suelo.

Estaba llorando descontroladamente, su cuerpo temblaba como loco, corrí de inmediato a ayudarla – Hey, ¿Estas bien?, ¿Qué ocurrió? – Sostuve su cabeza y me di cuenta de que sangraba – E-él e-está aquí. – Me quede paralizada, no sabía quién era la persona a la que se refería - ¿De quién hablas? – Ella tomo mi mano y a los pocos segundos se desmayó – Hey, despierta, oye. – No importa cuántas veces trate de despertarla, no reaccionaba, así que deje a un lado mi miedo y la levante poco a poco, para irnos rápidamente de ahí, necesitaba ayuda de un médico urgentemente, fui tan ilusa.

- Vaya, al parecer mi plan funciono. – Una silueta un tanto grande se encontraba en lo obscuro del callejón - ¿Qué? – Estaba completamente confundida, comenzó a reírse, para después acercarse poco a poco – Hey, no te acerques, ¿Okey? – Retrocedí un poco, pero aquella persona seguía acercándose - ¡Oye!, ¡He dicho que te alejes! – Mi teléfono comenzó a sonar, no podía ver quien era ya que estaba sosteniendo a la chica – Que ruidosa eres. – Recibí un fuerte golpe en el estómago haciéndome caer repentinamente, la chica que sostenía, me había golpeado.

Coloque mis brazos en mi estómago tratando de recuperar el aire y aquella chica que pensé que estaba herida comenzó a reírse – Listo, ya hice lo que me pediste, ¿Me dejaras en paz lo que resta del cole? – Levante mi mirada para verle el rostro, dando me cuenta de quien se trataba – C-como pude ser tan idiota... - Dije con dificultad ya que aún me faltaba el aire, volvió a golpearme, pero esta vez en la cabeza – Cierra la maldita boca, ¿Quieres? – Aquella chica era mi compañera de clases, no podía dejar de sentirme confundida, no encontraba razones por las cuales ella me hiciera esto.

- Oye, no la golpees tanto, si se desmaya no será divertido jugar con ella. – Levante mi mirada para ver de quien se trataba, pero fue inútil, su rostro lo veía borroso debido al fuerte golpe, estaba segura de que se trataba de un chico por el tono de voz grave, tomo mi rostro con agresividad para acercarme un poco a él – Pobre Jade, al parecer no eres tan inteligente como pensaba. – Solté una pequeña risa, no me creía lo que estaba pasando.

¿Por qué siempre me ocurre algo malo?

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2022 ⏰

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