T/N se muda al maravilloso Encanto del que todo el mundo habla, allí conoce a una peculiar familia con dones y se hace especialmente cercana a un integrante de esta. ¿Lograrán descubrir el misterio de la familia juntas? Todo puede parecer tranquilo...
Hace unos días los padres de T/N le comentaron que se mudarían a Colombia, más específicamente al tan famoso Encanto que todo el mundo conocía y quería visitar.
Ella ya había visto las maravillosas vistas y paisajes que ese pueblo, al que cualquiera podría confundir con un cuento de hadas, ofrecía. Aún así, verlo en persona sería aún más magnífico que verlo en simples fotos.
Mudarse a un lugar tan lejano y por primera vez siendo de España, sería difícil. Pero al ver todo lo que su futuro nuevo hogar ofrecía no le disgustaba en absoluto.
Su vuelo sale mañana a las 7am y no había hecho la maleta aún, siempre dejaba las cosas para el último día, igual que en clases. Aunque no se sabe cómo, siempre lograba terminarlo a tiempo. Abrió el armario tomó algunas cosas y las metió en la maleta, ni siquiera miró lo que había metido. Seguramente tendrá que comprar ropa cuando llegue.
Sus amigos le habían dicho que aunque se mudara, siguieran en contacto y que durante las vacaciones volviera a España a visitarles, cosa que T/N aceptó.
A la mañana siguiente sonó el despertador a las 5 am, todo el mundo pensaría que T/N seguiría durmiendo sin importarle el horrible sonido proveniente de ese aparato del infierno. Pero, sorprendentemente, se levantó de un salto de la cama y bajó rápidamente a desayunar. Cómo se nota que para lo que le interesa sí es puntual.
Narradora: T/N
T/N: ¡Buenos días! –dije feliz–.
Papá: Normalmente te tenemos que buscar a tu habitación y arrastrarte aquí. ¿Eres mi hija? –dijo mientras se reía–.
T/N: Es que nos vamos a mudar, y encima a Colombia –dije dando saltitos–.
Mamá: Sólo te levantas temprano cuando nos vamos de viaje, para el resto de cosas siempre estás amargada –dice mofándose de mí–.
T/N: Tengo mis motivos –dije sentándome en la mesa y empezando a comer–.
Mamá: Céntrate en darte prisa, que en breve nos tenemos que ir –dice mientras desayunamos–.
T/N: Vale –dice alargando la "a"– Mira, ya terminé, voy a vestirme.
En un abrir y cerrar de ojos ya estaba arriba eligiendo qué ropa ponerme.
Papá: ¡Baja! ¡Que nos vamos!
T/N: ¡Voy!
En el avión
Como el vuelo era bastante largo me había descargado alguna película y serie de Netflix para no aburrirme, aunque también había traído la Switch.
Después de ver una película, me dormí. Eso me pasa por no dormir la noche anterior por los nervios. Al despertarme quedaban unos 15 minutos para aterrizar así que me puse a molestar a mi padre.
Cuando aterrizamos, cogimos un taxi y nos llevó al Encanto, que estaba a 1 hora y 30 minutos que yo pasé durmiendo también.
¿Cómo decirlo?, el pueblo era impresionante, y eso se quedaba corto. Creo que no había visto tantos colores en mi vida, me quedé embobada viendo toda la fauna y flora que el lugar ofrecía y me quedé atrás mientras mis padres iban a algún lugar que yo desconocía.
Llegamos a una casa acogedora que al parecer era nuestro nuevo hogar. Es muy bonita, la verdad.
Mamá: ¿Te gusta el pueblo? –dijo mientras sacaba todas las cosas de las maletas y las guardaba–.
T/N: Es increíble, esto no es un sueño ¿verdad? –dije mientras me pellizcaba–.
Papá apareció por detrás de mamá para ayudarle
Papá: T/N, ven.
Me acerqué un poco y me dio en el hombro con su puño, para mí el golpe fue duro porque, la verdad, mi padre está bastante fuerte.
Papá: ¿Crees que sigue siendo un sueño?
T/N: No, me ha quedado claro. Además, me has anestesiado el brazo –mencioné mientras me acariciaba el área afectada–.
Papá: Bah, no exageres.
Mamá: Se nos olvidó comentarte que hay una familia aquí que tiene poderes.
T/N: Claro, y yo soy Doraemon –comenté entre risas–.
Mamá: Ahora cuando venga la señora Alma verás si miento o no.
T/N: ¿Quién?
Mamá: Es la "líder" del pueblo, por decirlo de alguna manera –dijo haciendo comillas con los dedos– Sus hijos y nietos tienen dones con los que ayudan al pueblo, Alma vendrá a darnos la bienvenida y nos enseñará el pueblo y su casa.
T/N: Sigo sin creerlo mucho –dije cruzando mis brazos.
Justo tocan el timbre
Papá: ¿Quién será? –comenta irónicamente–.
Papá abre la puerta y se ve una señora de unos 70 años aproximadamente, tiene una mirada bastante gentil a mi parecer.
Alma: Deben de ser la nueva familia del pueblo, ¿verdad? –dice con voz amable–.
Papá: Así es –comenta sonriente–.
Alma: Si ya han terminado de asentarse en su nuevo hogar, me gustaría enseñarles el pueblo –dice haciéndose a un lado para dejarnos salir por la puerta–.
Papá: Nos encantaría.
Mamá se acerca y se presenta a la señora Alma.
Mamá: Te vas a quedar ahí o ¿qué? –dice mi madre mirándome–.
T/N: Ah, perdón. Encantada, señora Alma –dije mientras pasaba mi mano derecha por detrás de mi cabeza al salir de casa–.
Alma: Igualmente –comenta con una sonrisa–. Les enseñaré el pueblo un poco y luego les presentaré a mi familia y a Casita.
T/N: ¿Casita es un perro o algo por el estilo? –vaya nombre raro que eligió, pensé–.
Alma: No tenemos perro, es mi casa –dice riéndose mientras nos adentramos en el pueblo–.
¿Aquí la gente le pone nombre a sus casas? Qué gente más rara. A saber en qué pueblo de locos me he metido.
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Este ha sido el 1° capítulo, espero que os haya gustado, comentad qué tal os ha parecido. Tened en cuenta que esta es mi primera historia, así que no seáis muy estrictos de momento. Nos vemos en el siguiente capítulo. See ya! <3
