Capitulo once
—¿Se supone que esto es una fiesta? —pregunto incrédula al ver lo que estaba frente nuestro
—Así es —respondió Gabriel orgulloso.
—Pero... Solo veo a personas tomando y bailando
—De eso tratan las fiestas, madison —dice Jacob intentando no reírse de mi.
¿Y si nos vamos?
No.
Sonrió —¿entramos?
—Claro
Casi a los segundos de haber entrado, Gabriel y Jacob ya no estaban conmigo. Fui a la cocina y me senté en una sillita que estaba al lado de todas las bebidas.
Creo que deberías ir a bailar
¿si?
Claro que si Mads, eso es lo que se hace en una fiesta.
¿Qué sabes tu de fiestas? si nunca hemos estado en una.
Que mas da, ve a bailar.
Me levante como si estuviera totalmente decidida, salí de la cocina y empecé a caminar hacia donde las personas estaban bailando. Me arrepentí enseguida, al ver toda la masa de gente junta, mas el sudor y el olor. Ya era muy tarde, estaba dentro de esa masa. Alguien tropezó conmigo haciendo que yo callera, para mi mala suerte, encima de una mesa con bebidas y personas a su alrededor.
—Dios mío, lo siento mucho, no te he visto —confeso la chica mientras se acercaba para ayudarme —¿estas bien?
Pregúntemelo luego.
—Si, yo... —la chica me extendió su mano, la tome y me levante —estoy bien.
—Nuestras bebidas no pueden decir lo mismo —bromeo un chico entre carcajadas.
Volteo y veo a un grupo de ¿amigos? algunos riendo pero otros muy molestos, en especial una chica a la cual le cayo gran parte de las bebidas.
—Deberás pagar todo, lo sabes ¿no? —hablo al fin esa chica.
—Yo... —¿que se supone que debo decir? —si, claro —sonrei
—No es necesario, lo hare yo —intervino la chica que causo todo esto —yo te he hecho caer.
Volteo —gracias pero no es...
—Ninguna pagara nada. —di un respingo al escuchar la voz de un chico atrás mío.
Volteo como si de una película de terror se tratara y doy un paso atrás. —¿tu eres...?
—Harry Jameson —extiende su mano —¿y tu?
—Mackenzie Wood —contesto sin pensar —es decir —carraspeo —Madison Wood —sonrió avergonzada
—Mucho gusto.
Intento tomar su mano pero alguien se pone al frente de ambos —el gusto es tuyo. —Gabriel voltea y mira todo el desastre —¿que ha pasado?
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EL CHICO DE INTERNET
RomanceEllos son como el yin yang, el es yin y ella el yang. Dos personas opuestas que se necesitan y se complementan.