Mi Debilidad *Draken X Emma*

Capitulo 1

DRAKEN

Sabía que estaba cometiendo un error, pero no me importaba. Durante años me contuve. Emma era un ángel inocente, merecia algo mejor. Mikey la habia protegido demasiado de nuestro mundo. Fue egoísta e imprudente de mi parte permitirme acercarme a ella, pero ya no había vuelta atrás.

Cuando ese idiota de secundaria puso sus manos sobre ella, no pude contener mis impulsos más violentos. Y cuando puso su mano en la mía, confiando en mí para protegerla y llevarla a casa, nuestro destino estaba sellado.

Me moría por reclamar a la hermosa mujer que tenia al lado, desde el primer momento en que sus hermosos ojos miel se encontraron con los míos la primera vez que Mikey nos presento. Me permití algunas miradas acaloradas, pero por lo demás, la había salvado de la contaminación de nuestro mundo; un mundo que alguien como Emma, con su hermosa y encantadora personalidad, nunca entendería.

Podría haber decidido salir de la ToMan, y tratar de tener una vida tranquila. Pero eso no era para mi, la adrenalida de pertenecer a una pandilla con mis mejores amigos, era lo que necesitaba para dejar atras el triste pasado donde me crie.

Pero aunque solo eramos adolescentes era conciente en donde estaba metido y no queria eso para Emma. Desde que la habia conocido, la había colocado en un pedestal en mi mente: el ángel perfecto y dulce.

La envidiaba y la deseaba al mismo tiempo. Si pudiera tocarla, saborearla, podría pretender que ese tipo de vida podría ser la mía, solo por un momento.

Aunque no lo mereciera. Definitivamente no la merecía.

―¿Quieres conseguir un Uber? ―preguntó cuándo salimos al fresco aire otoñal.

Finalmente me volví para mirarla, y todos los pensamientos sobre mi indignidad abandonaron mi mente. Me importaban un carajo las complicaciones que pudieran apartarla de mí. Por esta noche, ella era mía. Sería un caballero y la llevaría a casa, pero al menos le robaría un beso de buenas noches. Si ella me invitaba a entrar después de eso, no me reservaría nada. No sería capaz de hacerlo, no después de semanas de fantasear con su suave cuerpo clavado debajo del mío.

―Conduciré yo ―dije, dándome cuenta de que había esperado demasiado tiempo para responder. Sus mejillas sonrojadas y sus brillantes ojos me distraían mucho. 

―Está bien ―estuvo de acuerdo, aparentemente despreocupada por subirse a mi moto. Porque si eramos conocidos, pero solo por medio de Mikey. Debería haber señalado que su toma de decisiones podría haberla puesto en riesgo con otro hombre, pero no quería asustarla. Así que no dije nada, tragándome las ganas de corregirla.

Le permití dar un paso adelante y, cuando estuve a su alcance, puse mi mano en la parte baja de su espalda en un gesto de propiedad. Ella no protestó. En cambio, sentí el ligero escalofrío que recorrió su cuerpo.

―¿Tienes frío? ―Yo pregunté.

―S-sí ―tartamudeó un poco, y supe que no estaba simplemente congelada por el aire fresco de la noche―. Um, todavía no estoy acostumbrada a este clima. Aunque llevo varios años viviendo por aqui.

Tomé la invitación para envolver mi brazo alrededor de su cintura, acercándola a mi calor corporal. Ella no se alejó. En cambio, se inclinó hacia mí.

No pude contener la sonrisa satisfecha que torció mis labios.

—Deberías usar una chaqueta —le amonesté, aunque agradecí la excusa para abrazarla más cerca.

―Llevo siempre abrigo de mas a clases. Pero no me gusta llevar abrigo al bar. No quiero perderlo. Normalmente llego y vuelvo en un Uber, así que no está tan mal.