"1332 palabras"︿︿︿︿︿︿︿︿︿
Eran las cinco de la mañana, los primeros rayos de sol iluminaban las calles de Marbella desde temprana hora.
La población se despertaba perezosamente para acudir a sus puestos de trabajo.
Un grupo de personas armadas se posicionaban en las puertas de banco central de Marbella.
Todos sabían lo que iban a hacer allí, no tenían asegurado si iban a salir con vida o sobre una camilla rumbo al hospital, estaban dispuestos a dar la vida por el otro.
Una bonita amistad se había forjado entre ellos...
La adrenalina corría por sus venas, estaban a punto de dar un gran golpe al gran banco central, sabían las consecuencias y los beneficios de aquella ilegalidad...
Pero siéndonos sinceros, el dinero ciega a la razón.
Armados hasta los dientes con ametralladoras y varias thompson, entraron en el banco noqueando a los guardias y apuntando a los rehenes que se les cruzaban por el camino.
Por extraño que parezca, el banco estaba abierto a esas horas y con clientes en su interior.
Los rehenes huían despavoridos por el lugar, 3 disparos al techo fueron suficientes para que los gritos de éstos se dejaran oír y que se arrodillaran en el suelo con las manos en la cabeza.
El olor a miedo y angustia predominaba en el ambiente, una desagradable combinación sin duda.
Avanzaron en fila india sin amedrentarse por nada ni nadie, cruzaron los anchos pasillos cubiertos con azulejos negros y blancos, y llegaron hasta el centro del banco, aquel en el que se podía ver una pequeña estrellita dibujada en el suelo.
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Desde la sala de cámaras se podía ver todo lo que estaba sucediendo en ese momento en el banco, que pena que el vigilante se había quedado dormido tras una cansada jornada mientras escuchaba música.
Pero si le pone la canción, le da una depresión tonta...
Ejem, volvamos a lo importante.
Lo que captaban las cámaras.
Un sujeto vestido de negro, chaleco antibalas, máscara de "Picasso" dorada y ametralladora en mano, se acercó hasta una de las veinte cámaras que habían distribiuídas por aquel lugar.
Se quedó quieto mirando hacia ella, ladeó la cabeza y alzó el arma apuntando a la cámara.
Sostuvo firme el arma y sin su pulso temblar, colocó su dedo índice, el cuál estaba enguantado, en el gatillo con sutileza.
Esbozó una sonrisa por debajo de la máscara y afianzó el agarre de aquella arma.
- Lasscia che tutto bruci (Deja que todo arda) - susurró justo antes de apretar el gatillo, haciendo que la cámara dejara de funcionar al instante.
Un omega miró curioso aquella escena, justamente acababa de llegar a la sala de cámaras y se había encontrado con aquel chico a través de cámaras.
- Suerte, Carlo - susurró con una mano en el pecho y cerró los ojos un momento para transmitirle aquella emoción tan confusa que tenía en su interior a su alfa.
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Freccia del destino [Gustoni]
FanfictionGustabo y Horacio siempre han vivido en Los Santos, nunca se han dado el privilegio de tomarse unas vacaciones hasta el día de hoy. 3 meses son los que tienen ambos omegas para descansar de toda la presión del trabajo que les ocasiona el FBI. Pero...