No elegimos de quien nos enamoramos ¿o sí?

Introducción

1. NOA

Hoy es domingo,  el día es nublado y de fondo únicamente se escucha el tráfico de la ciudad en la que aún vivo. Digo aún porque llevo mucho tiempo planeando huir.
Y sí, huir, porque quiero alejarme de aquí.

Mi casa está en silencio lo cual es extraño, entre mi hermana pequeña gritando, mis padres discutiendo y mi perra ladrando nunca ha habido silencio en mi casa.
Aún es temprano así que bajaré silenciosamente por las escaleras y voy a buscar a mi madre. Debía estar en el despacho revisando papeles de la oficina o algo por el estilo, pero no está ahí. Mi padre tampoco está en casa y mucho menos mi hermana.
Solo quedamos mi perra Lía y yo.

Uf al fin sola, pensé que nunca ocurriría. Nunca estaba sola en mi casa, siempre había visitas o incluso alguna niñera que cuidara de mi hermana, porque mis padres piensan que yo no soy capaz.

Salí al jardín aún con el pijama y un moño mal hecho para buscar a Lía y avisarle de que la sacaría a pasear, ya que no tengo nada más importante que hacer.
Me puse un chandal y una camiseta blanca de manga corta. Estámos casi en verano pero no tengo ropa muy corta así que me puse lo que primero pillé, me peine un poco y salí a la calle.

Por donde yo vivo no suele haber mucha gente fuera pero a esta hora algunos vecinos salen a pasear a sus perros al igual que yo.
Caminando hacia el parque volví a pensar en lo de siempre, este año entro a la universidad y tengo ganas de alquilar alguna habitación en un piso de estudiantes o algo así. He estado trabajando en un bar todo el invierno y tengo dinero suficiente para pagarlo yo misma.

—Ash otra vez—bufé, vi a un perro grande y gordo a lo lejos cerca de un árbol, cada vez que vengo a este parque veo al mismo perro suelto, no es que me dan miedo los perros grandes pero este en concreto sí.

Sé perfectamente quién es el dueño, Fred, un chico bastante popular en mi instituto.

Por supuesto yo nunca he tenido nada que ver con él, un chico pelirrojo alto y atractivo no tiene nada que ver conmigo, una chica rubia baja y sin popularidad alguna.
Yo siempre he sido la típica chica apartada de los demás que leía en la biblioteca a la hora del recreo y él el típico que se pasaba las horas tonteando con otras chicas en los baños.

Y si eres su amiga ya eres considerada alguien importante, él no habla con cualquier chica.
¿Por qué? Nadie lo sabe.
Quizás porque es un egocéntrico, y piensa que un chico tan guapo como él solo puede salir con una chica guapa y popular.

Y nunca he cruzado una sola palabra con él, tampoco tengo intención de hacerlo, aunque si lo hiciera todo el mundo me admiraría y haría muchos amigos, pero si algún día soy popular me gustaría serlo por quien soy, no por con quien voy.

¿Dónde estará este tío ahora? Si el perro está aquí Fred no puede andar muy lejos.