Fue cuando estaban a sólo seis horas de llegar a la casa de los Lee que Bang decidió detenerse.
Se estacionó a un lado de la carretera, ignoró cuando Felix le miró confundido y apagó el auto, sintiendo su pecho encogerse.
No dejó que Felix dijera nada cuando se inclinó para besarle y el menor correspondió enseguida.
Este beso fue diferente, era intenso y amargo. Este beso no sabía bien porque quizá era el último y cuando se apartó sintió que quería aferrarse al chico que tenía a un lado.
—¿Que...que sucede?—preguntó Felix, intentando reponer el aire.
—Felix...cuando lleguemos tu casa...tengo que dejarte ahí e irme—informó—debo...debo regresar a mi departamento, a mi trabajo y...no puedo quedarme aquí contigo—el rostro serio y confundido de Felix cambió a una suave sonrisa
—Si, lo sé, por eso estaba pensando que quizá...que quizá si hablo con Minho y le digo que...que quiero estar contigo-
—No podemos estar juntos—le interrumpió, arrepintiendose al ver cómo la sonrisa de Felix se iba—Felix, no pido que lo entiendas, pero la cosa es...que tú...tú pasaste por cosas malas, te ayudé y fui tu salvavidas. Quizá...quizá lo que sientes...no es real—intentó explicar—quizá sólo crees que te gusto y te aferras a mí porque fui quien te brindó ayuda, es cómo...es cómo cuando te aferras a algo porque es lo único que tienes...
—No hables por mi—le interrumpió el menor—no sabes lo que siento, no eres yo para saber-
—Porque quizá ni siquiera tú te des cuenta—le miró a los ojos, buscando que el menor le escuchara y haciéndose tripas el corazón al verle lastimado.—necesitas sanar, por ti mismo. Encuentrate, piensa en quien quieres ser, lo que quieres hacer, hacia donde quieres ir. Encuentra tu camino, Felix. Pero que sea sólo por ti.
Los ojos del menor se llenaron de lágrimas y su boca se entreabrio temblorosa.
—Pero...te quiero—su voz trémula le estrujó aun más el corazón—estoy seguro de que te quiero...te quiero por quien eres, no por tu ayuda—sus manos buscaron el tacto del mayor, quien no se lo dio y se tuvo que aferrar a su brazo—quiero estar contigo...
—No está bien, Lixie.—murmuró—quiero que termines de crecer con las personas que te aman porque son tu familia, en un mejor ambiente y que entonces, si sigues diciendo que me quieres, aquí voy a estar yo, feliz de que me sigas queriendo.
Las pequeñas lágrimas del menor bajaron por su rostro y soltó un suave sollozo que terminó de aguarle el corazón al mayor y entonces fue él quien tocó a Felix.
Le hizo pasar del lugar del copiloto a su regazo, donde le abrazó y acarició su espalda con cariño mientras el menor lloraba en su hombro.
Cerró los ojos, inhalando el suave y hermoso aroma que el menor desprendía. Sintió su calidez y disfrutó de la sensación de tenerle entre sus brazos.
Sin embargo el camino debía continuar, así que éso hicieron. Condujo hasta una casa en unos suburbios tranquilos y alejados.
Felix había dejado de llorar a mitad del camino, pero su rostro seguía demostrando llanto anterior.
Se detuvieron a fuera de una casa de madera color azul marino y con un gran porche.
El cielo se pintaba de colores cálidos con el atardecer y el viento frío soplaba en calma.
Felix salió del auto sin decir más y Bang soltó un suspiro, saliendo también y recogiendo su equipaje.
Un hombre de edad avanzada salió de la casa y sonrió enormemente al ver a Felix, quien corrió hacia él y le dio un fuerte abrazo.
ESTÁS LEYENDO
Tú de estrellas. CHANLIX AU
FanfictionBangChan tiene un auto y un amigo llamado Minho con el cuál compartió su último semestre de universidad. Minho tiene un hermano menor y necesita un favor. Su hermano menor necesita huir de casa cuanto antes. O donde BangChan termina cruzando medio...