— ¿Cuánto tiempo te quedarás? —Pregunta mientras le da una calada a su cigarrillo.
—Poco más de dos semanas. —Me encojo de hombros y la veo botar el humo por la nariz.
—Iremos a la casa de Jorge más tarde, ¿vienes? —Niego con la cabeza y ella bota la colilla del cigarrillo. —Bueno, avísame sí quieres hacer algo. —Se despide de mí con la mano, cruza la calle y sigue hasta su y. Angélica es mi vecina desde que tengo cuatro años y por alguna razón nos hicimos amigas hace más o menos un año. Es una chica agradable, pero un poco problemática, es alguien con la que de puede pasar un buen rato fuera de casa.
Entro a casa y mi teléfono comienza a sonar en mi bolsillo. El nombre de Fernanda aparece en la pantalla y enseguida contesto.
Hablamos sobre menudencias alrededor de 10 minutos hasta que recuerdo a la chica que conseguí ayer por Instagram.
—Encontré a una chica por Instagram de Luisa. —Murmuro distraídamente pero en realidad quiero saber que sabe Fer sobre ésta chica, porque Fer siempre sabe todo lo que ocurre en esa ciudad.
— ¿Cómo se llama? —Finjo estar recordando su nombre, aunque realmente no he dejado de pensar en ella y no sé el porqué.
—María. —Mascullo.
— ¿Podrías ser menos específica? —Dice con sarcasmo.
—Pero sí solo me sé su nombre. —Me defiendo. —Espera, te voy a compartir su perfil. —Me despego el teléfono de la oreja y le mando el perfil por un DM.
—¿Estás segura que es chica? —Es lo primero que sale de sus labios y yo ruedo los ojos. En sus fotos recientes tiene el cabello corto, corto como un chico, también viste como un chico, pero es chica, lo vi en sus antiguas fotos.
—Que sí. —Digo con fastidio.
—Ya, se ve muy cool. —Murmura. — ¿Y te picó el mosquito de la curiosidad por ella? —Pregunta y yo dudo mi respuesta.
—Pues no lo sé, hay algo en ella que me parece interesante. —Muerdo mi uña. —Podríamos ser buenas amigas. —
— ¿Buenas amigas? —Me interrumpe. —No me digas que tienes un crush con ella. —Dice riendo.
—No tengo un crush con ella, solo me resulta interesante. —Sueno firme. La verdad es que no sé si lo tengo o no, es un poco pronto para decirlo, ¿no?
—Sí claro, tengo que irme. —Comenta. —Avísame como te va con tu amiga. —Se burla antes de cortar la llamada.
Es una pesada, siempre anda fastidiando todo.