Capítulo 174: Rugido Celestial

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Pov 3ª Persona

La fuerza y capacidad de Michael excedía por mucho la habilidad de Shiori, donde ambos mantenían un intercambio de golpes entre la espada ancha y los puños de la peliazul, los cuales liberaban ondas expansivas por cada puñetazo o tajo que se ejecutaba, en el que por cada ataque se sustituía por uno más feroz defendiéndose a través de ligeros bloqueos con su propia capacidad defensiva del arma o los brazos. La que más tenía dificultades era la semidiosa, la cual reconocía a su rival como alguien cercano a los dioses supremos, la diferencia fue que ella no tenía miedo, sino que su instinto le pedía combatir y destrozar a su enemigo por encima de todo; por otro lado el jefe de los serafines experimentaba una emoción similar a la tranquilidad y la calma: autocomplacencia, de manera que en cierto modo ambos se divertían y no parecían querer asesinar al otro, pero obviamente las intenciones de la semidivinidad no se podía deducir con claridad.

--Eres muy bueno, ¡te felicito! Aún así te faltan muchas habilidades, con una simple espada ancha la posibilidad de que me ganes es nula, aprovecha que eres un serafín y usa todo tu poder, no te contengas.--Le reprocha la semidiosa con semblante carente de emociones, el cual fue cambiado casi de inmediato, donde antes mostraba una emoción sublime y efusiva. Al momento para poner las cosas en su lugar ella utilizaba "Rugido de la Tormenta", de forma que elevaba su puño izquierdo para que en cuestión de segundos un potente relámpago cayera del cielo para electrizarlos, y al golpearlo liberaba una corriente de descargas que lo envió unos pocos metros atrás, pero apenas ya que ella sabía la resistencia que él poseía.

--Buen truco, a decir verdad me contenía porque no era necesario luchar con todo mi poder y lastimarte demasiado, tampoco necesito un nivel demasiado enorme para lastimarte y vencerte. Sin embargo ya que me lo pides te lo mostraré, pero por favor luego no te arrepientas de tu decisión...has cavado tu tumba.--Mencionó el serafín en un tono sombrío, de modo que el espacio a su alrededor empezaba a deformarse mientras una pequeña sonrisa adornaba su rostro, todo producto de su aumento desmesurado de poder divino. Puesto que ahora la propia habitación se deformaba similar la formación de un big bang, el arcángel arremetió contra ella en un simple corte vertical, la diferencia fue que la peliazul no fue capaz de interceptarlo y fue cortada en dos.

--Vaya, así que no mentías...generalmente pocos son los que logran cortarme, eso quiere decir que no estás lejos de ellos, ni siquiera logré interceptarte. ¡Joder, esto es maravilloso, vamos a seguir jugando!--Exclamaba con devoción y en un tono satánico la hoja de Susano recomponiendo su cuerpo sin problema, por lo que abrió un agujero negro y sacar de allí una hoja dorada con un mango negro y un rubí en el centro con inscripciones en el centro del filo, efectivamente se trataba de Excalibur, elegida por la misma al matar a Ares como un trofeo de su victoria. Como tal se colocó en una postura de batalla y lanzaba un tajo horizontal soltando una pequeña ráfaga de aire cortante que hasta el propio Michael tuvo que protegerse, lo cual originó un raspón hecho por la semidiosa.

--¿Oh? ¿Es de verdad? La famosa espada Excalibur, la que por generaciones es considerada como un arma de prestigio, no pensaba que alguien como tú la empuñase, a decir verdad casi nadie ha logrado dominarla, pero que la portes te puede convertir en alguien problemática.--Añadió el cobrizo con curiosidad regenerando todas las heridas en un parpadeo, casi ni necesitó segundos para curarlas todas, apenas fueron microsegundos. Por lo tanto el arcángel una vez recuperado alzaba su espada ancha hasta llegar por encima de la cabeza, por lo que activó su técnica de luz "Castigo de los Dioses", que se resumía en una barra descendente en forma de olas salpicantes de constelaciones que destruían todo a su paso.

-《Es un buen truco, esta generando ataques que pueden matarme. Tengo que reaccionar inmediatamente y usar una técnica divina que lo desvíe, de lo contrario será problemático ir por él.》--Pensaba la peliazul con dureza, por lo que manteniendo su postura invocó su técnica divina "Irá de la Tormenta Relámpago Sinuoso" en el que su espada se llenó de truenos con una potencia de altos vatios que incluso el terreno se vio afectado por el resurgir de los rayos, asimismo lanzó seis tajos de largo alcance ondulados y circulares al mismo tiempo, que con la fuerza del poder elemental traspasaba las ondas salpicantes como el rugir de la tormenta y similar a la ferocidad de un dragón destruyendo a sus enemigos. Así el campo había quedado limpio nada más que por el poder propio de la semidiosa, pero ella también tenía otros planes, por eso arremetió mientras chispas salían de su filo para así haber un intercambio de metales.

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