Me tambaleo por el pasillo hasta el baño, lucho un poco con mi body, pero finalmente puedo vaciar mi vejiga. Escucho las risas provenientes de la sala. Me lavo las manos y abro la puerta. La cara de María queda a centímetros de la mía.
— ¿Puedo? —Se burla señalando el inodoro y yo me hago a un lado para que ella pueda pasar. Vuelvo a la sala y veo que Noé, el amigo de Fer, está sacando una pipa de marihuana. Me siento frente a ellos y no duda en ofrecerme un poco.
Miro a Fer y ella se encoge de hombros. No suelo beber y drogarme el mismo día, pero hoy no veo porque no hacerlo. María entra en el justo momento en el que estoy encendiendo la pipa. Genial.
No dice nada, sólo se sienta en el mueble frente a mí, cuando termino se la paso a ella y también la prende. Honestamente no me sorprende que lo haga, y no quiero decir que tenga fachas de drogarse, pero vamos, estamos hablando de que la chica trabaja en una discoteca como bartender, es un poco predecible el resultado.
Noé se levanta y se va a alguna parte, segundos después aparece con varias botellas de cervezas. Hacemos un pequeño brindis y tomamos un trago al mismo tiempo.
— ¿Y se supone que están en una cita o algo así? —Pregunta Noé y nos señala a María y a mí. Fernanda se ahoga con su cerveza y niego rápido con la cabeza.
—Que va, sólo somos amigas. —Sueno tranquila, no soy capaz de mirarla, siento tanta vergüenza de tan sólo imaginar lo incomodo que debe estar siendo para ella.
Doy otro trago a mi cerveza, de verdad quiero que me trague la tierra y me escupa tan lejos de aquí como sea posible. Fernanda me mira y hace un tonto truco con su cerveza para que el ambiente de la habitación se aliviane y todos riamos.
— ¿Quieres jugar algo? —Propongo recogiéndome el cabello. Fernanda se levanta rápidamente y busca un mazo de cartas.
—Podemos jugar póker. —Empieza barajarlas.
—Ya es tarde para mí. —Dice María levantándose, yo también me levanto y voy con ella por su chaqueta.
— ¿Estás segura? Será divertido. —Juego con mis manos, no quiero que se vaya aún. Creo que está tratando de salir corriendo de aquí.
—Sí, mañana tengo que hacer algo temprano por la mañana. —Me sonríe y me siento tranquila de nuevo. —Avísame cuando llegues a tu habitación. —Besa mi mejilla y luego sale del apartamento. Inconscientemente toco mi mejilla, aún puedo sentir sus labios sobre ella.