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Guardo un par de camisetas más en mi pequeño bolso antes de cerrarlo y colgármelo del hombro. Salgo de la habitación y camino hasta el estacionamiento de las residencias. Mi padre me espera fuera del auto mientras revisa algo en su teléfono.

—Ahí estás. —Me abraza cuando llego a su lado. Lo abrazo también y subimos al auto. —Tu madre está histérica por lo de tu abuela. —Empieza mientras sale del estacionamiento.

— ¿Pero está muy grave? —Pregunto para tratar de comprender un poco más la situación. Mi madre me llamó por la mañana para pedirme que volviera a casa porque mi abuela está muy enferma.

— ¿Honestamente? —Pregunta y yo asiento aunque no me ve. —Tu madre está exagerando un poco la situación, tu abuela solamente tiene una tos por el cigarrillo y un poco de arritmia. —Se encoge de hombros y yo respiro, me siento más aliviada, no es tan preocupante como mi madre me había hecho creer.

El resto del camino a casa mi padre se la pasa diciendo que mi madre ha estado practicando comida mexicana y que es muy picante para su gusto.
Mi padre me deja en casa y él va al hospital a acompañar a mi madre. Dejo mi bolso sobre mi cama y voy a la cocina a prepararme algo de comer. Tomo mi teléfono y le envío un mensaje a Mari para contarle lo sucedido.

Hemos estado hablando mucho, todos los días, a toda hora, desde hace una semana. No la he visto más, porque ha estado trabajando hasta tarde. Creo que le gusto, pero no estoy segura aún. Ella sí me gusta mucho y se lo confesé a Fer, no se sorprendió ni un poco.

Sé que está soltera, me lo ha dicho el día que salimos, lo cual es un pequeño impulso para mí.

De: Mari Montilla 🌞
¿Pero si está bien tu abuela?

Para: Mari Montilla 🌞
Sí, al final sólo es un pequeño susto

Vuelvo a mi habitación y me dispongo a tomar una ducha. Mis padres vuelven por la tarde y me aseguran que la abuela está bien y que tendrá que ir a varias revisiones médicas para chequear que todo sigue en orden.

El Sol en tus Ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora