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Fer parlotea sin parar sobre lo insoportable que es su nuevo profesor de leyes mientras yo miro distraídamente mi teléfono. He quedado para salir a comer con Mari después de clases y las horas me están pareciendo eternas.

— ¿Quieres ir a mi casa luego de clases? —Se levanta de la mesa y yo la sigo.

—No, saldré a comer con Mari. —Murmuro caminando a su lado.

— ¿Mari? ¿Ya nos decimos diminutivos? —Sonríe. —Que adorables son. —Se despide con la mano y se va hasta la salida, yo camino hasta mi próxima clase, una hora después salgo y voy directo a mi habitación, tomo una ducha rápida y trato de conseguir algo de color negro en mi armario, porque es muy probable que ella vaya de negro y sería lindo que las dos estuviésemos combinadas por “casualidad”.

Le envío un mensaje a Mari para avisarle que ya estoy lista, ya que se ofreció a pasar por mí. La espero en la pequeña plaza del estacionamiento. No sé porque estoy tan nerviosa, pero las manos me sudan y no puedo estarme quieta en un solo lugar. Veo la moto entrar al estacionamiento y mis piernas se vuelven de gelatina.

Se quita el casco pero no baja de la moto, me sonríe y juro que es la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida.

—Muy guapa. —Saluda mientras me mira de arriba abajo. Se me corta la respiración y le sonrío.

—Gracias, tú también estás muy guapa. —Sonríe y menea la cabeza invitándome a subir a la moto. Me tiende una mano y me subo.

No sé a dónde iremos, Mari no me quiso decir, pero asegura que tienen las mejores hamburguesas de la ciudad. Nos detenemos en frente a un carrito de comida rápida. 

Me mira como si tratara de adivinar mis pensamientos mientras yo examino el lugar. 

—Te prometo que la comida es la mejor. —Dice riendo.

—Las mejores hamburguesas siempre son de los lugares de dudosa procedencia. —Mari ríe y me guía hasta una mesa de picnic.

— ¿Qué tal la universidad hoy? —Pregunta sacudiendo su camiseta.

—Bien, ya sabes, lo mismo de siempre. —Juego con mis dedos y ella mira mis manos.

—Linda camiseta. —Señala y yo celebro internamente. Al menos si se fijó en mi camiseta escogida "casualmente"

El Sol en tus Ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora