Hacías frío , era de noche, estaba todo muy oscuro, no recuerdo con exactitud la hora en la que sonó el timbre de mi casa, yo ya estaba durmiendo haci que diría que fue en la madrugada.
Solo recuerdo que escuche esa campana de administración en mis sueños y desperté exaltada al darme cuenta que alguien llamaba a mi puerta.
No sabía quién podía ser así que pregunte con miedo por la ventana del dormitorio que daba a la vereda y se encontraba muy cerquita de la puerta principal.
Para mí sorpresa eran ellos, Camila y Hernán; ellos eran la típica pareja que se conocía de toda la vida vecinos de la infancia, compañeros de ciclos de estudios ,