Omnisciente
Vivimos viendo sin ver. ¿Por qué nos cuesta tanto ver de verdad? Ver lo que es tan evidente. Somos curiosos, queremos ver todo saber todo, pero ¿a qué costo? Todo lo que tenemos que ver está ahí, siempre está ahí a la vista, lo importante nunca está oculto, solo se trata de querer verlo. Pero a veces nos gusta hacernos los ciegos. Cuando queremos, podemos ver con los ojos, con la nuca, con el alma, ver hasta lo invisible. Como dijo Marcel Proust: "El único verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos". Ver, verte, verme, ¿podés verme, puedo verte?
Mila
—Contame, si afuera es casi de noche o como sea, ¿cómo saldremos de aquí ahora si la escuela está cerrada? —opina Kila.
—La escuela está cerrada, así que saldremos por otro lado —responde Lulú.
Empiezo a sentir vibraciones, miro a Juan quien me toma de la mano. Algunas cosas empiezan a caer, el sostenerme de Juan ayudaba a que permaneciera de pie; sin embargo, no sé hasta cuándo.
—¿Qué pasa? —Juan pregunta con voz temblorosa.
—Tranquilos, solo es Lulú haciendo de lo suyo —nos explica Jennifer en el momento que la vibración se detuvo.
Lulú se acerca hacia un extraño picaporte parecido a una palanca, la cual baja haciendo que de arriba saliera una escalera.
—Vámonos —ordena Lulú.
Ella comienza a ascender. Mi mirada se nubla de confusión al dirigirla hacia arriba, ya que al final de la escalera solo se encuentra el techo. Lulú sube hasta el extremo, tocando tres veces el techo y, mágicamente, el mismo espacio se abre como una simple puerta, permitiéndole salir.
Intrigada, la sigo, y para mi asombro, al asomarme, descubro que nos encontramos en las afueras de la escuela. Salgo con precaución, y detrás de mí, los demás chicos se suman a la sorpresa.
—No jodas —musita la melliza de Ludmila quedando con la boca abierta.
—Estoy alucinando — murmura Kila perpleja.
—Todos lo estamos —agrego estupefacta.
—Tenemos que ir a la cabaña.—informa Lulú.
—¡Ves! —interrumpe Kila mirando a Juan —te dije que debíamos ir —dice de forma divertida.
Me parece extraño que ellos dos hablen si los había dejado odiándose. Sé que no estuve por tres días, a pesar de eso me pregunto qué pasó entre ellos dos.
—Yo fui y no había nada, no sé qué iríamos a buscar a ese lugar —opina confundido.
—Además, está tarde, nuestros padres se preocuparán —agrega Ludmila.
—¿Cuáles padres? —Leysi arquea una ceja.
—Jajaja qué gracioso —ironiza Ludmila.
—Ya vamos.—insiste Lulú.
Todos la seguimos sin tener idea de hacia dónde nos llevaba, excepto Juan, quien ya había explorado el camino anteriormente.
Aprovecho el momento en que me encontraba sola y me acerco a ella.
—Pequeña —susurro—, ¿cómo es eso de que mi hermano está allá?
La verdad es que aunque no quería mencionarlo, mi hermano me preocupaba.
—Si dijiste que Lucas estaba muerto, significa que mi hermano...
—Tranquila, Mila —se detiene—, no todo es lo que parece —y continúa caminando.
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¿ Todo tiene fin ?
Mystery / ThrillerCuando buscamos la verdad, lo que en realidad buscamos es su consecuencia. ¿Pero estamos listo para conocer la verdad? ¿Estamos listos para afrontar su consecuencia? La verdad tiene un precio ¿Estamos dispuestos a pagarlo?