La escasa luz del sol en un cielo nublado de invierno indica la llegada de un nuevo día.
Su alarma suena todos los días a las 7:00am, es momento de alistarse para el trabajo, pero él solo quisiera quedarse en casa todo el día, beber un delicioso chocolate caliente y ver alguna série que le parezca interesante.
Es lamentable porque no puede hacer tal cosa, por más que su cuerpo le implore tiene que ir a trabajar. Su lucha constante de cada invierno y de cada mañana.
Se levanta de la cama, sin ganas de nada y con frío, sus ojos se siente pesados, va al baño y se lava la cara. Por lo menos así logra despertarse por completo, viste adecuadamente y sale de su apartamento rumbo al hospital en dónde es enfermero, piensa en muchas cosas rumbo a su destino, como por ejemplo en lo mucho que le gusta dormir, arropado calientito entre sus sábanas sin preocupación alguna y le parece lamentable tener que levantarse temprano, dormir es en definitiva su cosa favorita.
Pero hay algo aún mejor que dormir, aún que (técnicamente tiene que ver con dormir) ama amanecer entre los brazos de su novio, o en defecto acurrucarse en sus brazos, recostar su cabeza entre el hueco de su cuello y oler su embriagante aroma a café, le encanta despertar y ver su rostro tan cerca al de él, lo calmado que se ve al dormir o despertar y ver sus hermosos ojos viendolo, que le dé un pequeño beso en la frente al despertar, dormir es su cosa favorita, pero lo es aún más si es con su novio. Y esto lo lleva a pensar en otra cosa, su pareja no se encuentra en casa.
Lo extraña un poco, sabe que está resolviendo algunos asuntos con su familia en su país natal, pero eso no quita el hecho de que lo extrañe, siendo el un Omega necesita la atención de su alfa, aún cuando hacen videollamadas todas las noches desde los últimos días con la diferencia de horarios, no sabe cuándo volverá, ese es el problema.
Deja a un lado sus pensamientos al visualizar el hospital en dónde trabaja y una vez dentro se alista para empezar su jornada.
—¡Buenos días atsushi-kun, tan puntual como siempre!.— le saluda su compañero de trabajo que acababa de llegar, Dazai.
—Buenos días Dazai-san, ¿Tarde otra vez?.
—Bueno, ya sabes atsushi-kun, las sábanas se me pegaron y no me dejaban levantarme!.
—aja sí, como diga Dazai-san, apúrese o kunikida-kun lo va a regañar, otra vez.
—ahg me va a dejar trabajo extra otra vez!.
—si no sé apura sí.
—sisi como sea, ahh~ es tan temprano y ya me están torturando, quiero vacacioneeess.— Dazai cómo siempre hace su drama de niño pequeño y él ríe por lo bajo como de costumbre, osamu es un alfa, sin embargo algunas veces se comporta como un auténtico niño pequeño.
Durante el transcurso de su día atiende pacientes y algunas veces conversa con ellos, le gusta ayudar a los demás, le gusta ver cómo se van recuperando cada vez más y la idea de que tal vez él fue de ayuda en ese proceso de recuperación es algo que le hace sentir bien, es un sentimiento agradable.
Sin embargo, algunas otras veces, en los casos más desafortunados, le toca ver cómo una vida se va desvanecido hasta que no queda nada de ella, ver cómo una persona va perdido su color natural y cada día va palideciendo más, o como pierden el brillo en sus ojos, incluso el aroma de algunos alfas u omegas desaparece, familiares llorando y de igual forma perdiendo esperanzas, todo ese tipo de cosas le hacen valorar la vida y disfrutala al máximo, porque se considera una persona positiva, disfruta su vida y trata de hacer las cosas bien siempre que puede, es afortunado, tiene un lindo apartamento con un lindo novio, un trabajo estable y buenos amigos que lo apoyan en las buenas y en las malas, no podría estar más agradecido de eso.
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cold
FanfictionAtsushi extraña a su novio, sabe que está atendiendo asuntos familiares en su país natal, lo sabe perfectamente, pero eso no quita el hecho de que lo extrañe. Aunque puede que no sea el único. -Omegaverse.