¡Por favor, detente, eres tan bello!
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Cuando Albariño Bacchus se precipitó al laboratorio forense, Bates todavía estaba un poco confundido.
En ese momento, Bates estaba de pie frente a una mesa con una bata blanca de laboratorio, sosteniendo un soplete y un cráneo, pero nadie sabía qué estaba haciendo con la combinación. Mientras Albariño se dirigía hacia él con aquel asombroso círculo oscuro bajo los ojos, lo único que pudo hacer fue soltar un ligero sonido emitiendo una pregunta: "¿Uh, Al?".
"Te trajimos algo que podría llamarse evidencia". Albariño se detuvo delante de él y luego sacó algo del bolsillo: un trozo de porcelana roto envuelto en un guante de látex que podría haber pertenecido a una taza o algo así, con un poco de sangre seca manchando uno de los bordes afilados de la pieza.
"Si se puede detectar en él el ADN perteneciente a Johnny the Killer o a Herstal Amalette, el caso está resuelto". Dijo Lavazza McCard, quien estaba de pie detrás de Albariño. Pero mirando la postura de sus brazos cruzados, parecía que no estaba muy contento con la situación.
"¿Alguno de ustedes puede explicarme que está sucediendo?" Bates, que de alguna manera había obtenido un trozo de porcelana en la mano, preguntó sintiéndose confundido.
"Este es el asunto, entrevistamos a un probable sospechoso llamado Elliot Evans". Albariño dijo enérgicamente: "Mientras el agente McCard lo entretenía, pedí ir al baño y registré todo lo que pude; no había más sangre sospechosa, salvo en este trocito dentro de un montón de pedazos de porcelana rotos que había tirado a la basura. Por cierto, la casa que alquila tiene un sótano, y ahora mismo está cerrado".
"Así que, o esta es la sangre de Amalette o es la sangre de Johnny the Killer, ¿es eso lo que quieren decir?" Los ojos de Bates se abrieron de par en par y se fue casi sin pensarlo, apretando más la pieza de porcelana y haciendo un gesto a los otros dos hombres para que lo siguieran en dirección al otro laboratorio.
"Eso es lo que espero. Elliot Evans encaja en el perfil de Johnny the Killer que hizo Molozze, por no mencionar que tiene una herida importante muy sospechosa en su mano". McCard asintió, con un tono de seguridad.
Siguieron a Bates por un largo corredor, y caminaron tan rápido que muchos científicos que pasaban por ahí les lanzaron miradas sorprendidas. Habiendo llamado al oficial Hardy justo cuando salían de la casa de Elliot, de seguro debía haber mucha gente esperando noticias ahora.
Bates se quedó mirando el trozo de porcelana que tenía en la mano y, de repente, señaló: "Albariño, sabes que esto es una recopilación ilegal de pruebas, a los ojos de la ley...".
"Es una prueba ilegal, por supuesto. Pero aun así es suficiente para conseguir una orden de registro". La voz de Albariño era sombría: "Si -y digo si- tuviera rehenes secuestrados en su sótano, no creo que al fiscal le importe mucho que se presente ante el jurado una pequeña pieza de porcelana".
"Pero, Dr. Bacchus, Elliot Evans es su amigo". Dijo McCard de repente.
Las comisuras de la boca de Albariño se tensaron y, tras un momento, contestó: "Es un amigo mío al que todavía no conozco muy bien... y, después de descubrir que su casa tiene un sótano cerrado, creo que le conozco aún menos que antes."
"¿Cómo lo conociste?" preguntó de nuevo McCard.
"Un pequeño accidente, y luego algún capricho mío". Albariño se encogió de hombros, con los ojos mirando tranquilamente al frente: "Eso sí, todavía creo que su rostro sigue siendo bastante bonito".
Las inclinaciones coquetas del Dr. Albariño Bacchus se rumoreaban ampliamente en el sector -incluso tuvieron mucha cobertura añadida en los medios online durante el caso de Bob Langdon- y estaba claro que McCard estaba al tanto. Pero aun así, alguna insinuación retorcida en esa respuesta hizo que las cejas de McCard saltaran; sí, Olga se había estado quejando de que su antiguo jefe era un anticuado, por lo que no es de extrañar que no le gustara este tipo de comportamiento.
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Vino y armas
Misterio / Suspenso"Las cosas en el mundo son así: la prosperidad siempre va acompañada del pecado, y cuanto más depravado es uno, más puede vivir lo que el mundo llama una vida feliz." -Marqués de Sade Albariño es un médico forense del Departamento de Medicina Forens...