Prologo

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Mis brazos dolían, no podía moverme ni un poco por que las cadenas se apretarían, no comprendía... Era parte de alguien, era parte de ella, por que...Por que la dejo de lado...Por que me dejo encadenada en este lugar tan frio y oscuro.

Sabia que pronto me desencadenaría, siempre lo hacia...

Al lado mío una chica se movía debes en cuando, la voltee a ver con cara de pocos amigos , la envidiaba tenia una sudadera de color amarillo al igual que unos pantalones azules de mezclilla mientras que yo tenia una playera negra sin mangas con un short del mismo color. 

Me moví ligeramente acomodándome olvidando que se apretarían las cadenas, le susurre algo al la de al lado, haciendo que se calmara.

No tengo ni idea de cuánto tiempo a pasado desde que me encadenó, semanas? Meses? No tengo ni la más jodida idea. Solo se que aveces se escucha cono intentan abrir la puerta del lugar en donde estamos.

Un buen día, se abrio la  puerta del cuarto, dejando que el lugar se inundará de una luz blanca.

Una niña entró al cuarto, esa niña, esa jodida niña es mi dueña, la que me desecha cada que quiere, y que me levanta cada que quiere.

La niña de cabello negro se puso entre la otra joven y yo. Tenia los ojos llorosos como si hubiera llorado todo el tiempo.

Murmuró algo. Algo que no llege a escuchar. Se arrodilló enfrente de mi, y con una llave me desencadenó, con un movimiento de cabeza señaló la puerta. Me pare y me fui fuera de ese lugar, pronto llegaron las otras dos niñas.

La más joven encabezó el camino de regreso a el lugar donde normalmente estoy.

Ella no le tomó importancia a mi presencial, cosa que me preocupaba, si seguía así pronto terminaría en ese cuarto otra vez...

El diario de una chica encadenada •Pausada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora