Félix era, en pocas palabras, una belleza peligrosa.
Hyunjin había hecho de él un desgraciado, le agradecía aquello porque le enseñó a defenderse, pero lo cambió totalmente.
Era un imbécil del tipo retorcido, un chico bonito pero era todo un peligro ponerle una sola mirada encima que no le gustara.
Un lugar predeterminado en el que comúnmente podía verse a felix era un bar en Gangnam, cuando Hyunjin salía de la ciudad por trabajos siempre estaba ahí pasando el rato con sus conocidos, no había muchos chicos de los que preocuparse porque todos sabían que estaba con Hyunjin y no querían problemas.
Hoy era un día como ese que sólo estaba sentado en un sofá del bar con la pierna cruzada, un Martini en la mano y su arma en su otra mano, no había señales en días de Taemin, un chico que solía hacerle compañía pero llevaba perdido unos días.
Esos días sin Taemin ni Hyunjin eran aburridos.
Unos minutos después un chico apareció en su campo de vista, estaba sólo pero algunas personas preferían no cruzar miradas con él y otros hacían une leve reverencia, no sabía quien era pero imponía respeto, y lo suyo eran los chicos imponentes.
Inminentemente la mirada del chico dio con la suya, Félix no sabía quien era, nunca lo había visto por esa parte de la ciudad, pero era jodidamente apuesto.
Y ni hablar de esa sonrisa de lado que le dio, nadie se atrevía a mirarlo más de dos segundos y aguantarle la mirada a Félix, pero ese chico lo estaba haciendo.
Lee se preguntaba si el chico sabía con quien estaba lidiando, aunque era él quien no sabía con quien estaba realmente lidiando.
Changbin se sentó a su lado con un vaso de vodka.
Nadie protestó o le dieron ganas de decirle a Hyunjin porque todos conocían quien era el contrario, Seo Changbin, el líder de la mafia Surcoreana, con alianzas con Jackson Wang, el líder de la mafia China y el líder de la mafia Japonesa que aún era públicamente desconocido.
Razón por la cual a nadie le dieron ganas de siquiera abrir la boca sobre el tema o sería hombre muerto.
- Nunca había visto una belleza parecida, me dejaría acompañarle? -preguntó Changbin aún con aquella sonrisa de lado y felix sonrió-.
- No sería una molestia -respondió Félix sonriendo- Me gusta que alguien tiente su suerte.
Changbin levanta una ceja y felix sonríe casi cerrando sus ojos.
Minho que ve todo con una mirada atenta desde el otro lado del local examina el lugar, el audífono de su oído que conecta al de Changbin le deja escuchar la plática mientras él permanece desde la barra tomando un agua mineral.
El plan era llegar, Changbin plática con Félix y espera a que el mismo se ponga hasta las chanclas y cuando Lee decida irse entonces Minho lo toma de sorpresa y lo secuestra, sonaba fácil decirlo, pero difícil lograrlo.
Hasta el momento la plática que Seo llevaba con Félix era animada, el plan hasta ahí iba bien.
Changbin hacia toda clase de cumplidos que en su vida había creído escucharle, estaba sorprendido, y hasta cierta parte estaba asqueado.
Cuando pasaron unas horas entonces Félix se levantó y minho se puso alerta.
- Creo que estoy demasiado ebrio -habla Félix masajeando sus sienes con una leve sonrisa- Me llevas?.
Changbin sonrío y asintió para levantarse también, cuando felix se dio la vuelta le hizo una seña discreta a Minho de que iban de salida.
Minho se levantó y pagó rápido para salir primero que ellos y entonces poder tomar a Félix y básicamente secuestrarlo.
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BACKSTABBER. ChangLix
RandomFélix existía porque Hwang Hyunjin existía, Félix sonreía si Hwang Hyunjin lo hacía. Hyunjin tenía a Félix donde quería, en aquella relación enfermiza. Hwang Hyunjin era un asesino, pero Seo Changbin era el jefe de la mafia. A nadie le importaba un...