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— ¿Quién eres tú? — Preguntó recuperando la compostura

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— ¿Quién eres tú? — Preguntó recuperando la compostura.

— ¿Quién demonios eres tú? —Preguntó el hombre

—"Que grosero, además yo pregunté primero" — Isabell retuvo la acción de fruncir el ceño, suspiró antes de responder. — Mi nombre es Isabell Frist, ¿usted es?

—Lucas. —Respondió secamente.

— ¿Solamente Lucas? — Preguntó confundida

—Sí ¿Algún problema?

—"Si no tiene un apellido, significa que no es un noble por lo tanto no puede estar en el jardín imperial".

—No puedes estar aquí, si lo haces te castigarán. —Lucas la miró como si hubiese dicho la peor estupidez del mundo.

—Nadie puede castigarme.

— ¿Acaso estás loco? Si alguien más te ve por aquí te delatará y la familia real puede lastimarte.

—Niña tonta. — Lucas se quitó la capa para colocarla sobre los hombros de Isabell, quien estaba temblando del frío.

—Oh, gracias. — Ignoró el hecho de que la había insultado. — Pero no puedes estar aquí.

Lucas miraba fijamente los ojos de Isabell, quien apartaba la mirada, se sentía nerviosa y débil ante ese hombre. Frunció el ceño, una estúpida niña no le daba órdenes y la realeza se podía ir a la mierda si era por él, pero por alguna extraña razón ahora estaba hablando con una mocosa. Suspiró pesadamente, realmente no creía que le iba a hacer caso, pero por alguna razón lo hizo, se fué.

— ¿Eh? —Isabell se sorprendió al ver que Lucas ya no estaba en el jardín.

¿Había sido producto de su imaginación por el cansancio? No, si lo fuera no tendría la capa puesta. Resignada caminó hacia su carruaje, iría a su casa a dormir, estaba agotada y no quería que nadie la moleste. Y mucho menos ser acosada por el príncipe heredero.

Se despertó al sentir que el carruaje no se movía, se había quedado dormida

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Se despertó al sentir que el carruaje no se movía, se había quedado dormida. Bajó del carruaje y entró a la residencia donde los sirvientes la recibieron cálidamente.

𝑴𝒂𝒈𝒊𝒄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora