• ɪɴᴏᴄᴇɴᴄɪᴀ + 18 🔥》 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 •

Capítulo 5

Las figuras oscuras ya me esperaban impacientes y preocupados.

—Que mierda _________, no respondías los mensajes.

—Lo siento estaba bajando de mi ventana para evitar ser castigada y no podía ver los jodidos mensajes.

Mi amigo soltó una risita, Armin, Sasha, Connie también estaban allí así que no esperamos más para llegar a esa fiesta.

La luces color neón invadían las habitaciones, el olor a hierba y la música electrónica fuerte contrastaban con toda la temática del lugar, justo como me imaginaba que sería una jodida fiesta de fraternidad.

Los chicos del otro colegio que era uno de los más famosos de la ciudad eran sumamente populares por ese motivo, por sus fiestas y uno que otro problema polémico pero aún así allí nos encontrábamos, disfrutando de ello como si fuéramos a morir a el maldito día siguiente.

Jean me paso el cigarrillo que estaba fumando y lo llevé a mi boca sin dudarlo, me jalo del brazo y me arrastró a la pista donde una canción conocida sonaba y empezamos a bailar a el ritmo de esta.

La verdad era que Jean siempre me había parecido atractivo pero nunca tuve nada con el porque temia que fuera incomodo para ambos pero en ese momento realmente estábamos disfrutando de todo.

—Saca la lengua— murmuró en mi oído y le obedeci.

Me coloco una píldora la cual trague, era éxtasis y aquello comenzó a hacer efecto rápido.

Continuamos en la pista bailando como unos dementes a esa altura nuestros bailes se habían convertido en unos más eróticos por el calor que nos invadia.

Las luces rosadas y moradas adornaban el rostro del castaño haciéndolo lucir como un maldito Dios, el cabello largo le iba bastante bien y me sonrió en cuanto se percató de que lo estaba admirando como estupida.

La voz de labritnh sonaba de fondo cuando sus manos tomaron mi rostro y se acercó para juntar sus labios con los míos, tomándome por sorpresa pero en una que me causaba felicidad.

Jamás imagine que nos besariamos o siquiera que tendríamos algo como aquello, sin embargo no me negué y le correspondi.

Estábamos demasiado cerca de una esquina como para tomarse la libertad de llevarme hasta allí y recargarme en ella para continuar con aquel erótico y eufórico beso que ya era más un faje.

Su mano subió a uno de mis pechos y lo amasó con deseo provocándome un gemido mudo por la música.

—¿Quieres ir a otro lugar?

Yo afirme y el me sonrio, tomo mi mejilla y me beso fugazmente antes de tomar mi mano y llevarme escaleras arriba.

Atravesamos una puerta y Jean se aseguró de ponerle seguro.

—¿Que tal si alguien nos descubre?

—¿Crees que sea posible?

Me encogi de hombros y escondí una risita el negó y se acercó a mi con seguridad.

—Joder .. hace tiempo que había fantaseado con esto.

Su confesión me hizo morder mi labio.

—¿Y porque nunc...

—Porque eres una jodida Diosa solo mírate.

Respondio y me beso fugazmente, me alejé y lo mire antes de continuar.