Jisung llevaba una vida "correcta", creía fielmente en lo que su familia le enseñaba y seguía cada consejo y orden recibida, sus padres confiaban en que él no les traería una decepción, aún así no podían correr riesgos...
No comprendía que había hec...
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Se había levantado con un extraño sentimiento en su pecho, como un vacío.
Jeongin le había preguntado porque estaba tan desanimado pero no podía comentarle acerca de Minho o sobre cómo le dolía el hecho de no verlo durante una semana por lo menos.
La mañana pasaba lentamente para él, y se ponía cada vez más ansioso por que llegue la hora en la que iría a despedirse de su amigo. Su mejor amigo, actualmente.
Aunque a veces parecía quererlo mucho más que cómo un amigo, eso precisamente había pensado el día anterior. Luego de pasarse las últimas horas del día leyendo el poema que Minho había recitado, pensó muchas cosas raras que lo hacían ponerse nervioso.
Imagina pensar que tu nuevo amigo que conociste hace unos días había leído esos románticos versos para declarar su amor. Realmente ilógico y absurdo, esa obviamente no fue su intención.
Era la primera vez que Jisung había gastado su tiempo pensando en cosas así, nunca antes se había visto en vuelto en una situación "amorosa" ya que hasta ese momento no había tenido novia o siquiera gustado de alguien. Menos dado su primer beso.
Y dudaba mucho que esté desarrollando sentimientos por su menor, ya que apenas sabía quién era ¿Cómo es que le había regalado su confianza tan rápido? Aún así no creía que Minho fuera mala persona, sus ojos y su sonrisa delataban lo puro que era su corazón.
Sus clases terminaron de pronto, él se sorprendió ya que había dejado de prestar atención al reloj desde hace un rato al volver a concentrar su mente en las teorías locas que había creado la noche anterior. Sonriendo salió de su salón y saludo a Jeongin que se encontraba haciendo su clase de Educación Física en el patio.
Había llegado en segundos a su habitación, cerró la puerta y se dirigió a la ventana, más le valía a Minho llegar ahora que solo tenían unos 20 minutos para que su compañero acabara sus clases y subiera.
Cuando estuvo afuera de la ventana escuchó unas quejas que reconoció al instante, se acercó al borde y observó a Minho con una bolsa un poco grande de comida para gatos. Sonrió un poco por lo adorable que se veía intentando cargarla, hasta que el menor lo descubrió.
- Ey, Hannie... ¿Deberías ayudarme no crees?
- ¿Hablas de... bajar?.- Respondió asustado y Lee había sentido que fue un completo tonto.
- No, está bien. Sólo ayúdame cuando esté arriba...- Dijo y tomó la bolsa tratando de fingir tranquilidad mientras trepaba el árbol, aunque su mente pensaba que pronto caería.
Pero en unos segundos Jisung ágilmente se agachó y pudo terminar por subir la bolsa de la comida que le daría a Dori, y luego quiso intentar ayudar a su amigo pero éste se negó con una mueca de pena.
- Oh, está bien... ¿Ya llegará el tren?
- En unos minutos.- Le respondió y acomodó su cuerpo, la mitad de él en el techo mientras se apoyaba en sus codos.- Entonces ya...
