Through Everything [En Emisión]

¿Y ahora que?

No necesitaba verlo para saber que estaba sorprendido. No necesitaba ver su expresión cuando se diera cuenta de que el hijo que yo esperaba, no era de él.

- ¿Cómo?

Levanté la vista al reconocer el familiar sonido de su voz, y sobre todo, ante esa pregunta. Tenía los puños cerrados, y el ceño fruncido, una aparente señal de que estaba tratando de controlar sus emociones.

- ¿No me crees?
- Al contrario, porque te creo quiero saber ¿Cómo...?¿Cómo diablos fue que terminaste embarazada?

No era que no esperara una pregunta así, simplemente me parecía impresionante que de verdad estuviera sucediendo.

- En mi cumpleaños. Ayane, jugó una broma y terminó de esta manera.
- ¿¡Qué!?

Sabía que el verdadero problema no era que estuviera embarazada. El problema verdadero, era el cómo había terminado embarazada... Una broma.

Jung Min sabía que no le sería infiel por nada del mundo. Admito que dudaba de esto al principio, pero que él quisiera saber toda la historia aclaraba mis dudas, y me hacía sentir feliz, de alguna manera. Aun así, jamás se imaginó que las travesuras de Ayane sobrepasarían los límites de la cordura como para meterme en la cama con uno de sus mejores amigos, Shouta. Un simpático chico de hermosos ojos cafés, pelinegro, e igual de atractivo que Jung Min.

Nosotros cuatro éramos inseparables desde que nos conocimos en DSPmedia. Cuando fue mi cumpleaños, y Jung Min no estaba. Ayane preparó una fiesta sorpresa para animarme. Nadie se esperaba que saliera embarazada. Ni la propia Ayane, mucho menos yo. Esa vez simplemente nos sorprendió a todos. De todas las cosas que se le habían ocurrido hacer, esta, sin duda, era su obra maestra.

La broma consistía en que Jung Min recibiera fotos mías, comprometedoras, para simular que había perdido la virginidad, en un aparente "descuido" suyo por haberme dejado sola.

Menuda bromita...

- ¡Increíble! Ayane se lució - gritó furioso. Una reacción normal, a mí parecer.

Cuando todos nos enteramos estuvimos muy enojados también con Ayane, pero no pudimos estar mucho tiempo así. Conocíamos sus bromas, muchos participamos en ellas y fuimos víctimas varias veces también... En esta ocasión, simplemente, todo se salió de control. Unas cuantas gotas demás de alcohol hacen este tipo de graciosidades.

Ojalá ya jamás vuelva a hacer bromas como esta.

Arrepentida, avergonzada y llena de culpa. Ayane ha sido buena con Jung Min desde que su regresó de Taiwán, por su reciente drama, hasta ahora... Supongo que ahora Jung Min sabe por qué.

Por otro lado, Shouta estaba devastado. Al igual que yo.

- ¡Imposible! ¡No puede ser cierto! - su voz empezaba a quebrarse.

También sabía que esto pasaría. Lo último que quería ver en el mundo era un Jung Min llorando, pero ya era tarde. Las lágrimas estaban bajando por sus mejillas.

Me dolía, me lastimaba demasiado verlo así. Lo peor de todo es que no había un culpable en concreto. Aunque sí podría desquitarme con Ayane por esto.

La haría pagar.

No se lo perdonaría.

- ¿No estás jugando verdad? - preguntó con algo de esperanza, pero yo, bajé la mirada y negué con la cabeza.

Podía escucharlos, podía escuchar sus sollozos internos. Las lágrimas de su corazón, esas que no salen a flote tan fácilmente... En cambio, mis mejillas estaban empapadas.

No podía creerlo. Estaba tan alterado, y molesto, que empecé a maldecir. Me sentía mal, me sentía muy mal. Ella era mi chica. Mía. No podía creer que ella y Shouta... Pero no fue su culpa.

"Ayane. Esa mocosa. ¡Aiiiisssh!"

-¡¡¡¡AAAAAAAAAAAH!!!! - grite con todas mis fuerzas. Mi cara dolía del esfuerzo, sentía un nudo en la garganta. No sabía qué hacer, y le di la espalda a Mine. No quería que me viera así, debía tranquilizarme, pero ¿¡Cómo!?... Casi desee nunca haber ido a Taiwán. Sí me hubiera quedado ella...

- Jung Min-shi - al escuchar ese honorífico me congelé. Ella no querría terminar conmigo ¿O sí?

Me gire a verla algo asustado. Se veía más delicada, y frágil, que cuando la dejé ese día en el aeropuerto. El día que me fui a Taiwan.

El cabello largó, y castaño, le caía por los hombros en rulos despeinados, y fijamente esponjados. La luz que entraba por la ventana hacia brillar sus cabellos en tonos más claros, casi rojizos. Se veía pequeña y asustada, y aún así hermosa... Mi novia.

Unas lágrimas recorrieron mi rostro. Mine trataba de sostenerme la mirada, con aquellos ojos cafés tristes, brillantes. Cuando vio que yo también tenía la cara roja por llorar... Bajo la mirada, e hizo una pequeña reverencia.

- ¡De verdad lo siento mucho!

La abrace.