Afinación

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Cansada y hambrienta, Susie regresó a la cabaña a pie. Llevar una bici rota, el repuesto para la rueda y una guitarra a cuestas, le habían bajado los ánimos.
Pero también estaba frustrada. Deseaba haber golpeado a los vándalos que se robaron su bicicleta, besar a Ford, no haber quemado el desayuno...
No era el mejor de sus días, pero al menos podía sentarse a practicar.
-Susie, nos tendrías preocupados. ¿Qué pasó? Eh, déjame ayudarte.
-Hola tío Soos. Se robaron mi bici, pero el comisario Blubs y el oficial Durdland me ayudaron.
-Oh vaya. Te ves cansada.-
-Y así me siento.-
Con todos reunidos, hablaron acerca de lo que ocurrió en el día.
Stan y Ford descubrieron que aquella sustancia fluorescente tenía propiedades inflamables. Y ambos se encontraban buscando qué tipo de aplicaciones podría tener. Ford pensaba en bengalas para supervivencia. Stan en explosivos.
Dipper estuvo leyendo los nuevos hallazgos que hicieron sus tíos en sus viajes. Todos recabados en 3 nuevos diarios y Mabel, tuvo un día entero para jugar con Pato. Había crecido bastante desde el año pasado, al grado de poder montarlo. No todos los días se podían resolver misterios.
Soos y Melody se encargaron de la tienda, igual que todos los días.
Susie les contó acerca de su día. Quitando la parte de sus pensamientos.

-...Y bien Susan, ¿Sabes tocarla?-
-Claro sr. Stan. Sólo tengo que afinarla primero.
Volvió a la mesa con su nueva guitarra.

Todos miraban el instrumento con curiosidad. No todos los días se ve un objeto tan extravagantemente decorado.
-¿Tú la elegiste?
-Obviamente.-
A Stanley le causaba extrañeza ver calaveras en una guitarra acústica.
Decoraban los flancos y la parte frontal, y el área de las clavijas había sido decorada como un cráneo.
Sólo había visto eso en las bandas de rock que escuchan los adolescentes. Y conociendo a Susie, no le parecía que fuera una de aquellos.
-Susie, ¿Qué tienen los mexicanos con la muerte?
-No lo sé. Supongo que es normal para nosotros.
-¿Puedes tocar una canción? Por favor.- Le dijo Mabel, que ya había terminado su cena.
-Bueno, está bien.... Aunque aún no me aprendo ninguna en inglés.
-Vamos, Aunque sea sólo una en español.-
-Ohh, está bien.-
Se apoyó en una rodilla.
Espalda recta y brazos en posición.
Susie comenzó a preparar las cuerdas.
Y de un sólo aliento, comenzó a tocar una melodía conocida.

- Esta es una clásica...

Comenzó a hilar los acordes para convertirlos en una manta musical y a bordar su voz sobre ella.

-... Salías de un templo un día, Llorona
Cuando al pasar, yo te vi.
... Salías de un templo un día, Llorona
Cuando al pasar, yo te vi.

... Hermoso huipil llevabas, Llorona, que la virgen te creí.
... Hermoso huipil llevabas, Llorona, que la virgen te creí...

Para Susie, sólo había dos cosas que la ayudaban a relajarse: Dibujar y la música.
Toda sus frustraciones y emociones las volcaba en ellas, y así se sentía libre.

-... Ay, de mi Llorona, Llorona,
Llorona de azul celeste.
... Ay, de mi Llorona, Llorona,
Llorona de azul celeste.
... Y aunque la vida me cueste, Llorona
No dejaré de quererte.
... Y aunque la vida me cueste, Llorona
No dejareeee... De quererte.

Cuando terminó su interpretación, todos la felicitaron por su destreza.
A pesar de que no conocieran mucho su idioma nativo, era evidente que cantaba y tocaba bastante bien.
-Recuerdo muy bien esa canción.
Hace tantos años que no la escuchaba.-
Respondió Abuelita con su típica serenidad.
-¿En serio?-

-Sí. Mi esposo me la cantó un día... Pero fallaba en su entonación-
Mientras guardaba el instrumento en su estuche, Ford se acercó intrigado.
-Susie, ¿Dónde compraste esa guitarra?
-En... ¿La única tienda de instrumentos que hay en el pueblo? ¿Por qué?-

Él tenía un mal presentimiento.

-Creo haber visto ese instrumento antes.
-¿También ha ido a esa tienda?
-No... Pero tengo un presentimiento sobre ella.-
No quería preocuparla. Quizás era sólo su paranoia. Pero estaba decidido a vigilarla de cerca.
Ella miraba su rostro preocupado.
-¿Cuál? Dígame. No lo juzgaré.
-No, tranquila. Es sólo paranoia.
-Está bien. Pero estoy dispuesta a escucharlo si tiene que hablarme...
Oiga, ¿Puedo preguntarle algo?-
Quitándose la correa y dejando el instrumento a un lado, se paró frente a él. Trataba de respirar para relajarse.
-Tranquila. No te va a morder... A menos que se lo pidas. Un momento, ¿Por qué se lo pediría?...- Dijo para sus adentros.
-Dr. Pines.
Quería preguntarle si... Usted...
Ah... Quisiera mmm... ¿Que-lo-ayudara con alguno de sus trabajos?

-Mmm, de hecho sí. Necesito que ayudes a Dipper con las muestras que encontramos. ¿Crees que puedas mañana?-

-¿Mañana? Lo siento, tengo que trabajar. Pero cuente conmigo para lo que necesite.-

Susie pensó que era demasiado pronto para tener algo más personal con su amor, así que prefirió subir escalones primero.

Esa noche, antes de acostarse, buscaba un lugar para colocar su nuevo instrumento: Justo al lado de su ukelele. Miraba al techo, hasta quedarse dormida.

La guitarra del Diablo(Gravity Falls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora