6. Cristalino

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—Estamos a punto de aterrizar, Cap—anunció Clint por medio del auricular.

—Ya saben; tengan cuidado, no descuiden a sus parejas y reportense cada veinte minutos.

—Entendido—respondieron todos.

La única que se había quedado atrás era Yelena, viendo una de sus múltiples herramientas, sin atreverse a atar el paracaídas. No dejaba de pensar en la cara de frustración y decepción de su hermana.

—Tengo que hacerlo por ella—se repitió a sí misma, como llevaba haciéndolo todo el trayecto—Esto es por Natka.

Una de las máscaras de S.H.I.E.L.D. hizo su trabajo; se colocó con cuidado la peluca; trenzándola junto con su cabello. Los mechones rubios aún se distinguían, pero ella estaba satisfecha con su trabajo.

—Siempre pensé que te parecías a tu hermana...pero no era para tanto—dijo Clint.

—Puedes cerrar la boca—comentó Yelena, abrochando el paracaídas—No es la primera vez que estás frente a las máscaras.

—Es que tienes mucho de Natasha...—dijo Steve.

La joven Viuda simplemente se encogió de hombros, quitándole importancia al asunto.

—Crecimos juntas, ¿qué esperaban?

El resto de los Vengadores prefirió no comentar nada, en parte porque estaban igual de sorprendidos. Desde los gestos hasta la forma de caminar, eran casi idénticas.

—¡Aterrizaje en tres!

Sam, Steve y Yelena bajaron con sus paracaídas, disfrutando la caída libre que liberaba adrenalina antes de la misión. Clint piloteaba la nave; con el entrecejo fruncido.

—¿Por qué demonios no hay nadie esperándonos?

—¿Los hemos tomado por sorpresa?—preguntó Lance Hunter.

—No creo que haya sido eso...—el arquero dudaba—Lo mejor es que todos vayamos a ver lo que está pasando. Lo siento, Bruce.

El doctor Banner se encogió de hombros; había pasado mucho tiempo trabajando para controlar a Hulk, quizá era el momento de probar que podía con él.

—Vamos, entonces.

Armados hasta los dientes, Steve y Yelena fueron los primeros en entrar. Solamente alguien que los conociera muy bien sabría que no se trataba de la legendaria Viuda Negra. Eso se veía en movimientos sutiles, como la forma en que se alejaban del otro, en vez de permanecer unidos.

—A la izquierda, Viuda—dijo el Capitán—Yo iré a la derecha.

El Soldado del Invierno también se había unido a ellos, siendo el más rápido para llegar a la zona.

—¡TENGAN CUIDADO! ¡HAY MINAS!

Yelena se tensó; tenía mucho tiempo que no trabajaba cerca de un campo minado. Los paramilitares se veían realmente confundidos, atrincherados en lo que parecía ser una base militar.

—Esto era una maldita trampa—mencionó la rusa, pateando uno de los detonadores—Para Natasha.

—¿A qué te refieres?—preguntó Steve.

—Terminemos con esos hombres y luego te explico, Cap.

Aquello no parecía ser nada fácil; una vez que los Vengadores habían revelado su ubicación, decenas de hombres habían salido con armamento para atacar.

—¡Estoy arriba!—gritaba Falcon por los intercomunicadores—¡Tengo visibilidad! ¡Podemos encontrar algo que nos diga lo que buscan!

Eso animó a los Vengadores a avanzar, aunque la barricada que habían puesto los miembros de ISIS no era fácil de pasar. Incluso Hulk se detenía al ver los tanques de guerra.

Ser tus Ojos || ROMANOGERS || Lady Evans x AsterieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora