|𝟼| 𝙰 𝚖𝚎𝚍𝚒𝚘 𝚟𝚎𝚜𝚝𝚒𝚛.

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Porco Galliard x Lectora.

Porco y tú se llevaban como dos niños pequeños, todo el tiempo estaban discutiendo por algo, Pieck Finger que te había adoptado como su hermana ya estaba acostumbrada a sus peleas.

Una mañana, en medio de una discusión de quien había dejado sus botas en la entrada Pieck rio suavemente y ambos voltearon a verla expectantes. "Ustedes dos terminarán siendo pareja... O teniendo sexo... O ambas" informó divertida la azabache.

La miraste con una ceja enarcada y volteaste a ver al rubio de temperamento del diablo girarse para que no vieras que se había puesto completamente rojo y sin más se fue de allí. Extrañada con aquella actitud del muchacho miraste a tu hermana buscando una respuesta.

— ¿Qué diablos, Pieck? — cuestionaste a la muchacha que se levantó de su asiento para acercarse a ti, la miraste expectante.

—Mi querida hermanita, eres tan ingenua a veces — parpadeaste, la joven acarició tu mejilla con cariño y salió de la habitación dejándote con la intriga.

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Un par de días más tarde, Pieck y tú se estaban preparando para la fiesta que tendrían por la pequeña Gabi que heredaría el titán acorazado.

En el transcurso de los días, Porco intentó evitarte lo más que podía, ya ni discutían, el sólo te veía desde lejos y cuando cruzaban miradas él se giraba completamente ruborizado.

No lo entendías, sin embargo, extrañabas un poco pelear con él.

Te miraste frente al espejo, un vestido de tirantes corto envolvía tu cuerpo, tu cabello suelto, te agradaba la imagen que devolvía el cristal.

Pieck hace un rato te había abandonado para terminar con algunos preparativos. Ibas en camino por salir de la habitación, pero la puerta se abrió repentinamente y un cuerpo masculino chocó contigo haciendo que cayeran al suelo.

—A-auch... — te quejaste y cuando viste quien te había chocado frunciste el ceño. —Porco. — lo llamaste oyéndolo quejarse también pero sin despegarse de ti. Sentiste su peso sobre ti y en consecuente... Su rostro estaba sobre tu busto. —Oye...pesas ¿sabes? — pellizcaste una de sus orejas.

—A-ay, lo lamento T/n— se disculpó el rubio alejándose de ti y te ayudó a levantarte. Levantaste una ceja, confundida por sus acciones.

—¿Qué es lo que te sucede, Galliard? — inquiriste de forma brusca haciendo que el muchacho te devolviera una mirada inquieta. —Ya no me discutes, me evitas cuando tenemos que hacer recados juntos y ahora me pides disculpas... — lo oíste tragar saliva.

—Entonces, ¿me extrañas? — cuestionó Porco con un dejo burlón pero nervioso.

—Responde a mi pregunta— sí, era eso, pero no lo admitirías a la ligera. Tu hermana tenía razón, él te terminaría gustando tarde o temprano. Sentiste como la sangre se agolpaba en tus mejillas —¡Bah! es sólo que me pareció extraño que te alejaras así. — explicaste arreglando tu vestido, girándote hacia el espejo.

—Ajá, entonces si me extrañaste... — concluyó el muchacho, sonriendo de lado, arrogante.

—¿Y qué? — escupiste mirándolo a través del reflejo.

—Hm, no nada... — se llevó las manos a los bolsillos, apoyó su espalda contra la puerta y te sostuvo la mirada hasta que volviste a la labor de seguir acomodando tu atuendo y cabello.

—¿No irás a la celebración? — sabías que no le agradaba mucho el asunto de que Reiner le diera su titan a Gabi.

Sin embargo, en ese momento la mente del soldado no estaba precisamente en la fiesta, sino que estaba muy ocupado admirando tus piernas.

SNK { +𝟙𝟠 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤 } 𝕍𝕖𝕣𝕤𝕚ó𝕟 𝕔𝕙𝕚𝕔𝕠𝕤 𝕩 𝕝𝕖𝕔𝕥𝕠𝕣𝕒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora