"Vuelve antes de que oscurezca"
Leo el mensaje de mi hermana para luego guardar el aparato en el bolsillo de mi abrigo.
Sigo caminando.
El cielo es teñido por los colores de tonalidad rojiza, amarillentas y anaranjadas junto al sol que con su luz ya débil apenas ilumina lo ultimo que queda de día.
El camino de tierra por el que retorno a mi hogar es largo, así que apuro el paso. Ya la temperatura comienza a bajar así que cierro la cremallera de mi abrigo para no pescar una gripe.
A un ritmo apurado camino con la vista baja, concentrada en mis pasos y como detrás dejan huella en la tierra arenosa. Me distraigo de esa manera durante todo el trayecto hasta que de soslayo veo aquel lugar.
Levanto la vista girando levemente la cabeza para observar con atención la gran residencia que corrompía la naturaleza al rededor.
No era una mansión moderna como las de la televisión, era mas bien una de esas antiguas. Con techo de tejas rojas, sus paredes hechas de ladrillos que delataban el tiempo que ha pasado sobre cada uno de ellos. Las ventanas, que no dejaban ver el interior al ser cubiertas por cortinas de color rojo vino, eran grandes e imponentes. Su doble puerta de entrada era de madera con detalles hechas de hierro y metal, agregándole un aire medieval a la enorme vivienda.
El lugar era rodeado de un gran patio verde que solo era limitado por el denso bosque de pinos. Un estanque seco, algo tétrico por la estatua de un ángel con alas rotas, se encontraba en el centro del jardín delantero junto a algunas flores de colores apagados.
La mansión tenía la apariencia de estar vacía por la oscuras y solitarias vibras que parecían envolverla, pero todos sabíamos de aquellos que la habitan.
Aquella familia sin apellido. Aquellos que solo conocemos por los rumores ya que nunca nadie los ha conocido en persona.
Fantasmas humanos que se esconden y observan desde su residencia.
Parecían un mito que los adultos relataban a los niños para hacer que vuelvan a sus hogares antes de que anochezca. Todos le temían y respetaban al mismo tiempo.
Incluida yo.
Pero lo que me diferenciaba es que yo si conocía a los fantasmas vivientes. Yo los había visto cada vez que volvía tarde a mi casa.
Como ahora.
Detuve mis pasos cuando la vi.
Era hermosa.
Con el cabello negro ondulado cayéndole como una cascada oscura que llegaba hasta su cadera.
Su silueta era fina, delicada como una pluma. Su vestido blanco le llegaba hasta los pies descalzos que parecían acariciar el césped que pisaba.
Una sonrisa curva sus finos y rosados labios cuando me ve. Levanta una de sus manos y la agita paulatinamente en forma de saludo.
Sus ojos oscuros me observan con una calidez perturbadora.
Se me detuvo la respiración cuando note que se acercaba a mi. No...no lo hagas.
Me obligue a caminar, correr, pero mis piernas parecían haber perdido fuerza dejándome estancada, esperando a que ella llegue hasta mi.
-Buenas noches Milagro -su voz suave queda bien con su aspecto de princesa de cuento, pero la forma en la que me miraba era extraña, era lo único en ella que no concordaba con su aspecto fino.
-Hola, Lilith - logre pronunciar. Su sonrisa se agrandó cuando le respondí.
-Bella noche ¿no es así? -mira a su alrededor y me siento aliviada cuando me quita de su vista, aunque sea por unos segundos -Es perfectamente esplendida para dormir bajo las relucientes estrellas.
Miro hacia arriba. No hay estrellas. El cielo está nublado...¿Cuando se nubló si hace unos segundos no había rastro ni de una sola nube?
-Aunque no las veas, no quiere decir que no estén ahí, mi dulce Milagro -se ríe- Eres muy divertida.
-Es tarde, debería volver a casa.- No quiero seguir ahí. Es incomodo. Es...aterrador.
Su sonrisa se retuerce -Oh, que verdadera pena -se lleva una mano al pecho - Maximillian siempre espera por ti a esta hora, pero justo en este momento está atareado.
Me estremezco ante el nombre y ella parece notarlo ya que da dos pasos quedando mas cerca que antes. Lleva sus largos dedos a mi mejilla y la acaricia -Él siempre espera por ti pero tu nunca apareces para él -una mueca arruga sus labios -Su humor cada día empeora más- su voz se vuelve un susurro ronco -Oh mi hermosa Milagro...él desea tanto verte que al no hacerlo su día se vuelve oscuro y triste...últimamente me preocupa verlo tan deprimido.
Se detiene en mis labios. Ella se los queda mirando fijo -¿Y si lo esperamos juntas? ¿Me harías ese favor?
Aprieta mis labios con lentitud.
Trago grueso. Quiero gritar, correr y no volver nunca mas a pasar por aquel lugar, pero no puedo. Es como si me hubieran quitado el poder sobre mi cuerpo y ahora esta siendo controlado por alguien mas.
Cuando la presión de sus dedos se vuelve dolorosa y las lagrimas nublan mi vista...cuando creo que estallaré por la desesperación...
-¡Milagro!
El grito me saca de ese trance y giro hacia donde oí el llamado. Mi hermana...mi hermana bajándose apurada del auto y acercándose a zancadas es la imagen mas hermosa de este día.
Llega a mi antes de que pueda reaccionar y me aleja de un estirón del agarre de Lilith que observa la escena con una sonrisa cerrada y una expresión tranquila en su rostro.
-Buenas noches, querida Juliette -ella saluda.
Mi hermana la mira mal sin responder, para luego girarse hacia mí -Te dije que volvieras antes de que anochezca ¿Que parte no entendiste?
La respiración se me entrecorta y las palabras quedan atadas a mi garganta. Mi hermana parece notar mi estado, así que sin mirar a la joven que se encuentra a unos pasos de nosotras, me agarra de la mano y me lleva consigo hacia el auto.
-Súbete- ordena y obedezco cuando me suelta para subirse al asiento del conductor. Imito su acción ubicándome en la parte trasera del auto.
Me acomodo en el asiento cuando entro por completo y cierro la puerta. Juliette arranca el auto y sin perder un segundo comienza a avanzar.
Me animo a mirar por ultima vez a la chica que no había movido un pelo en ningún momento, pero me lamento de inmediato cuando veo como una silueta oscura y masculina mas alta se posa detrás de ella mientras Lilith me saluda agitando su mano.
Era él....
Maximillian.
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Los gemelos: si lo quieren, lo obtienen
Fiksi RemajaEn algún lugar de este planeta, perdido en el tiempo, con una escasa población y con muchos secretos de fondo... Existía una casa, una bastante rara. En ella habitaban una familia de cuatro, dos de ellos nunca se los había visto y el otro par siemp...