Lo que nunca te dije

PROLOGO

Nunca pensé que caminar bajo la lluvia me transmitiera tanta paz, lo necesitaba, a pesar de lo fuerte que esta cayendo necesitaba fundirme con las gotas de agua y así disimular las lagrimas que caían por mis ojos.

No se cuanto tiempo llevo caminando exactamente pero el tiempo aquí me pasa lento, si miro a un punto fijo casi puedo ver las gotas de agua como caen lentamente. El viento es inexistente, pero hay una leve corriente de aire que me provoca escalofríos.

Llego a la parada del autobús y aunque me encanta la lluvia me alegro de que este cubierta. Ya estoy lo suficiente empapada y no se que excusa le voy a poner a mi madre cuando me vea llegar así, toda empapada y con los ojos rojos de tanto llorar.

Escondo la cara entre mis manos y me propongo a dejar de llorar, respiro unas cuantas veces hasta que mis lagrimas dejan de salir. Poco a poco levanto la cabeza y mi corazón se para en seco cuando veo a la persona que esta al otro lado de la calle y de repente empieza a latir de manera descomunal cuando veo que empieza a caminar en mi dirección. Mis cinco sentidos se activan de golpe, estas muerto Pablo.

—¡Mila! — grita mi nombre mientras se va acercando y se para al estar justo enfrente de mi — Mila yo...

—¡¿Tu que?! Explícame Pablo porque estoy muy cansada de esta mierda de juego — hago una pausa, no voy a mostrarme débil ante el, por su culpa mi corazón esta en mil pedazos actualmente.

—Si alguna vez dejaras de comportarte como una niña pequeña entenderías las cosas. Deja de ser alguien que no eres y madura de una puta vez, ya no tienes doce años.

—A ver, pues explícame como son las coas, es que soy medio inútil y no entiendo nada, como dices siempre.

—Yo no he dicho que seas una inútil joder.

Es verdad, no lo ha dicho nunca, pero sus intenciones si. Lo he intentado mil veces de mil formas, pero para el nunca ha sido suficiente, yo no soy suficiente. Siento una sensación muy desagradable en el pecho, el bus no viene y yo solo quiero salir de aquí.

—Me voy, no puedo con todo esto —. Empiezo a caminar en línea recta con el único propósito de alejarme de este lugar, de cualquier lugar en el que este el.

—Espera Mila por favor — no me paro, no puedo, cruzo la carretera lo mas rápido que puedo —. ¡Mila cuidado!

Una luz blanca, es lo ultimo que captan mis ojos, después de eso todo se vuelve oscuro. Siento paz después de mucho tiempo y me aferro a ella lo mas fuerte que puedo. Escucho una voz «Te necesito, te amo», no reconozco lo pero para mi son solo palabras y yo elijo la paz.