Mi nombre es Belmont, soy una de 23 años que fue adoptada por una familia origen Francés, desde pequeña ingresé a muchas academias y escuelas intensivas que ofrecen intercambios internacionales, cuando tenía 13 años, y mientras estaba en un intercam...
Mi mamá como la matriarca de la familia, claramente no se quedó callada y de antemano se disculpó y después apoyó a mi padre en sus palabras. Al final todo se tranquilizó y pudimos terminar de almorzar en paz y a las pocas horas acompañamos a los hermanos Horan a la casa donde vivían con su padre.
Los días pasaron y se llegó el 10 de Agosto, día en que tendríamos que dejar Irlanda para volver a nuestra vida normal en Holmes Chapel, así que a las 10 de la mañana ya estábamos en nuestros asientos de avión. El viaje transcurrió con total tranquilidad y a nuestra llegada al aeropuerto nos estaba esperando nuestro mayordomo Edgar y la señora Anne, quién pudo acompañarnos al viaje por cuestiones de trabajo.
Transcurrió una semana desde nuestra llegada a casa, por lo que eso significaba que oficialmente era mi cumpleaños y por obvias razones estaba más que entusiasmada. Al abrir la puerta de mi habitación pude notar que todo... literalmente todo estaba cubierto de globos y papelitos de colores.
Comencé a caminar por el pasillo y posteriormente bajé las escaleras, lo cual me dio un poco de miedo porque no podía ver por donde estaba pisando por culpa de los adornos. Al llegar al segundo piso y buscar a alguien me di cuenta que todo estaba vacío al igual que el primer piso y toda la casa en general.
Pero eso cambió en el momento en el que salí al jardín, ya que ahí me esperaba una mesa con decoraciones alusivas a la ocasión, comida, bebidas, botanas y el infaltable pastel, pero lo que más me gusto ver fue a mi familia y mis amigos cercanos, ósea los Styles escondidos detrás de la mesa con algunos regalos; y al darse cuenta de mi presencia salieron cantando la tipica canción... "Happy Birthday to You".
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Nuevamente esta fue una ocasión memorable porque era el primer cumpleaños en el cual me hacían una fiesta y eso me emocionaba como no se lo imaginan. El día comenzó con abrazos, buenos deseos, regalos, juegos, comida.... Ya saben, lo normal en un cumpleaños privado; siendo sincera, el día se pasó muy rápido pero lo disfruté bastante y me fui muy contenta a la cama.
