☀☀EL REINO DEL SOL☀☀

28. CÚBREME

Los siguientes días los tres estuvieron elaborando el plan con esmero y cuidado, como el tahonero hornea el pan y el herrero forja el hierro.

No podía fallar ningún detalle, no debía haber ningún imprevisto pues esto significaría la muerte.

Zahorí había conseguido unos trajes adecuados para la ocasión, el de Hollow era un atuendo elegante y negro con detalles dorados, un sombrero de copa y una máscara que ocultaba su fugitiva identidad, por otro lado el de Ella era un vestido largo pero no lo suficiente como para interferir en sus movimientos y  tenía detalles en rojo que combinaban deliberadamente con su antifaz.

El joven estaba muy distinto, ya no lo cubrían guiñapos de origen humilde, ahora parecía un noble más de aquellos que tanto despreciaba, a Ella le pareció que estaba encantador.

Por muy afines que fueran sus disfraces a la ocasión no podían entrar por la puerta principal ya que sus nombres no estaban en la lista de invitados solo en la de criminales más buscados.

Entrarían por las ventanas del norte, estas no tenían rejas porque pertenecían a las habitaciones de invitados y además daban a la parte de atrás del castillo, un recoveco silencioso y solitario.

La parte más difícil sin duda iba a ser  esquivar la seguridad del palacio, recientemente mejorada por el rey, pero una vez dentro solo debían comportarse como invitados , pasar desapercibidos  y esperar hasta que la fiesta terminase para salir por la puerta principal como todos los presentes, claro que, a diferencia de los demás ellos tendrían consigo la llave monarca que abriría la muralla.

Habían estudiado el plano del palacio real, un tesoro más que Zahorí guardaba entre todas sus posesiones, aquella tienda era como una mina  que nunca dejaba de dar diamantes. Por lo menos tenían cuatro posibles lugares donde podía estar pero lo más seguro es que estuviera en la habitación del rey, una criatura tan codiciosa como él no la dejaría en otras manos.

Ella tuvo que rociarse con colonia de mandrágora para ocultar su olor humano, la chica no detestaba el olor pero era tan fuerte que una vez que se lo ponía no podía oler nada más,  al fin y al cabo su función era esa, esconderla.

Sus dotes de actuación iban a ser claves esta vez, debían comportarse como verdaderos nobles y tener gestos corteses, aunque ninguno de ellos sabía hacerlo no tenían miedo se sentían más determinados que nunca a vivir.

Zahorí era el único que no estaba listo para verlos partir, sabía que tenían muchas más posibilidades de morir que de vivir pero el no era quien para impedirse lo, ellos arriesgaban su vida por sus objetivos al igual que él lo hacía por la magia. Solo podía desearles suerte en su largo viaje.

:¿Estáis listos?- les preguntó con una sonrisa- os deseo suerte jóvenes.

: Lo estamos - contestó Ella agradecida- muchas gracias por todo, pronto volveremos con buenas noticias te lo aseguro.

: Adiós, Zahorí- contestó Hollow frío pero lleno de respeto hacía el único hombre que los había ayudado.

El vendedor vio como sus diminutos cuerpos desaparecían en la lejanía y se fusionaban con los farolillos de la alejada ciudad, impotente rogó que aquellas vidas jóvenes e inocentes no fueran arrebatadas.

Ambos consiguieron volver a corretear juntos por las calles del reino, se podría decir incluso que estas les echaban de menos.

Antes de pasar al otro lado Hollow miro a la chica y le susurró:

:Vamos a conseguirlo, no te preocupes.

: Lo sé- le sonrió con picardía.

Sin muchas dificultades consiguieron llegar a la habitación de invitados, por mucho que la seguridad hubiese aumentado  el dúo lo hacía  mejor, además nadie se hubiera esperado que la bruja fuera a meterse en la boca del lobo.

: Cuanta elegancia- dijo Hollow con una mueca de asco- hasta los invitados duermen en lechos de oro...

Mientras su odio hacía la clase alta crecía el joven examinaba un par de decoraciones con detalles en oro preguntándose si debía robarlas para darles un merecido a los ricos.

:Cuando salgamos no pongas esa cara- le increpó Ella- o se notará mucho. Tenemos que tener una actuación perfecta recuérdalo.

: Sí, sí ,sí- contestó el joven resignado a la vez que dejaba la valiosa decoración- desde que salgamos todo será finura y elegancia, lo pillo.

: Primero deberíamos mirar en la habitación del rey- continuó la joven.

:Sí, yo iré a la habitación del malhechor mientras tú quédate en el pasillo vigilando si viene algún guardia, si ves peligro avísame con la caracola- Hollow hizo una pausa y sonrío de oreja a oreja- Esto esta ganado, tengo mucha experiencia robando y si es al rey lo disfrutaré aún más.

Los dos intrusos ya estaban entre los muros del palacio y eran indetectables, ahora solo les quedaba robar la llave.