CAPÍTULO 56

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DÍA DE VERDADES
(Maratón 1/6)

—¿En serio, Zack?— preguntó entre dolida y cabreada, más lo Segundo que lo primero.

—Seyi... te lo puedo explicar.— dice acomodándose la camisa.

—Mira, vete a la mierda, cada vez que creo que estamos bien y podemos ser felices llegas tú o yo y la jodemos de nuevo. Esto no funciona, por más que lo intentemos.— salgo del baño dando un portazo y vuelvo a clase.

Seguro no es lo que parece...
A ver, conciencia, estaba medio desnudo con Vicky. ¿Y no es lo que parece?
Seguro tiene una explicación razonable, él nos quiere.
Pero lejos, por ahí.
No digas cosas que no.
Él nos quiere, será obra de la descerebrada de la víbora.

Gracias a lo que haya allá arriba o el universo, Zack no se aparece por la última hora de detención, por que si, un sábado nos dieron detención.
Los ojos se me llenan de lagrimas tanto de dolor como de ira. Parpadeo varias veces para que las lagrimas desaparezcan y salgo hacia casa.

Una hora haciendo tareas, manteniendo mi cabeza y menté ocupadas, hasta que mi hermano mellizo se aparece en mi puerta.

—Otra vez, ¿acaso suspendiste el examen de historia que habla de la propiedad privada? ¿O que?— preguntó dejando fuerte el boli encima de la mesa.

—¿Nos acompañas a entrenar? Los chicos están abajo y les dije que vendrías para luego ir a por unas hamburguesas, Ailen se antojo— dice y sonrió al saber que hoy Ailen le dirá que será padre, cojo mi chaqueta y bajo.

Me vendrá bien salir a por aire fresco.

Me siento en las gradas, veo el entrenamiento y procuro evitar mirar al 44 que no aparta su mirada de mi.

Al acabar espero nerviosa a los chicos que se demoran demasiado. Me quiero ir...

Pero al ver quien sale de primeras y me busca con la mirada, me levanto de las gradas intento irme hacia el coche de mi hermano.

Pero me coge de la mano, sus ojos atrapan los míos.

—No te vayas— sus ojos se llenan de lagrimas y me duele verle así— por favor, Sham se que la cargue, pero te necesito, necesito que estes conmigo. Te quiero y eres lo mejor que me ha pasado— una lagrima se escapa de su ojo izquierdo.

Y en este mismo momento se que Zack, me quiere, que siente lo mismo que yo por él, y en este mismo momento me di cuenta que nos sentimos igual, que nos necesitamos mutuamente para brillar, que nos enamoramos, que cruzamos la línea que separaba el odio del amor... que dimos ese paso sin darnos cuenta.

Acercó mi mano a su mejilla y le limpió la lagrima. Y lo perdone, por que comparado con la mentira que le oculte queda una estupidez, por que este chico me quiere...

Por que cuando una persona llora por que no quiere que te vayas, es por que realmente te quiere como a nada en el mundo..

—Tienes que saber la razón por la que me mudé aquí. Y ahí sabrás si me quieres en tu vida o no...—suspiro.

—Me da igual lo que me digas, la verdad que me reveles, pero por favor, no te vayas de mi lado. La cague, pero por favor...— ruega cogiéndome de la mano y arrodillándose enfrente de mi.

—No Zack, levantantate— le ruego sollozando, me destroza el pensar que se podría marchar con la verdad, de que podría darle asco, de que todo lo que tenemos se esfume.— Primero tendrás que saber la verdad, y dudo que te querras quedar después de esto...— le levanto y me ayuda a levantarlo.

¿VOLVER A ENAMORARME? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora