~One Shot~

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¿Quién iba a imaginarlo? ni el mismo entendía en que momento había pasado algo como eso. Él era un joven problemático, de mal carácter, un deportista destacado en la escuela y desde hacía un tiempo no había podido dejar de mirar a esa chica del primer asiento del salón.

Ella era mayor que él, tenía unos 2 años más, pero estaba en su salón porque hacía unos años atrás habia sufrido un accidente automovilístico que la dejo en muletas, aunque en general la silla de ruedas era una mejor opción para la escuela.

Suspiro al verla de nuevo: tenía el cabello negro alborotado, una expresión de relajo con una sonrisa que cuando se la regalaba siempre lo dejaba sin saber que hacer de una manera tan evidente que ella siempre se reía de él.

Aun así su pequeño y frágil cuerpo le llamaba la atención, admiraba su determinación de continuar con su vida a pesar de que ese día ella perdió a su madre y ahora solo con su padre se mantenía firme en esa silla.

Y por eso estaba allí en ese momento, observando cómo estaba ella con otra mujer que era aún mayor, una mujer muy delgada de cabello rubio corto, vestida con un traje negro, ambas comiendo hamburguesas en el patio de comida del centro comercial. Esa mujer siempre iba a buscarla a la escuela y paseaba con ella, por lo que hace un tiempo comenzó a temer que esa chica que tanto le gustaba era lesbiana y necesitaba comprobarlo, por lo que a pesar de que el a si mismo aceptaba que estaba loco por ella y no lo asumía frente a otras personas en ese momento había pedido ayuda de la única persona que podría ayudarlo en esta situación.

-¿Entonces qué querías?- le dijo Ymir comiendo de su hamburguesa.

-Tu que eres lesbiana... podrías decirme si esas 2 chicas de allá lo son.- afirmo Porco apuntando con la nariz, Ymir miro sin disimulo y después volvió a verlo a él.

-¿Y tú crees que yo tengo un radar gay o algo así?- Porco asintió, Ymir puso los ojos en blanco. –Puedo ir a hablar con ellas.- El abrió los ojos sonrojado.

-No NO NO, porque van a saber que yo te mande.-

-¿Por qué van a saber eso si no me conocen?- le respondió extrañada. -¿Por qué me estas pidiendo esto?-

Después de pensarlo un poco Porco no supo cómo explicarlo, conocía a Ymir porque vivía en su barrio y jugaba Basquetbol con ella en la cancha cercana junto a otros chicos, siempre la veía con su novia, una rubia de familia rica bastante hermosa, se trataban como si fueran 2 amigos, pero nunca le había contado un secreto a ella, no sabía cómo reaccionaría, porque la mitad del tiempo era una idiota, pero cuando estaba cerca de la rubia era una genial persona por lo que pensó que podría empatizar con sus sentimientos.

-Es que...- Miro hacia un lado sonrojado, metió las manos en los bolsillos de su chaqueta bomber y suspiro antes de hablar, pero fue interrumpido por la morena pecosa.

-¿Cuál de las 2?- dijo finalmente Ymir.

-La de la silla.- ella asintió, entendiendo un poco.

-No quieres dar un paso en falso...- el negó. -¿O es por la condición de ella?- el bebió un poco de su vaso.

-No quiero que ella piense que trato de aprovecharme o algo así...- comió un poco de su hamburguesa. –Y no quiero dar un paso en falso y hacer el ridículo... no le digas a nadie, pero de verdad me dolería que me rechace.- Ymir lo miro seriamente.

-Galliard, solo no te voy a molestar porque me doy cuenta que vas en serio.- se puso de pie y fue donde las chicas, a pesar de que el rubio trato de impedirlo.

Mientras Porco comía con nerviosismo y miraba sus botas militares Ymir hablaba con las 2 chicas para ver qué respuesta conseguía. Era extraño, para él seguía sin encajar en su cabeza que alguien con una apariencia tan agresiva le gustara alguien tan relajada y que le gustara tanto... tanto que le gustaba esa chica...

Ayudando al niño soldado (PokkuPikku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora