57. LA SANGRE DERRAMADA (final)

45 6 35
                                    

ELEODORO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ELEODORO

Decidí venir a ver a quien dice ser mi medio hermano antes de ir a la televisora.

Uno de ellos, porque al parecer tuvo otros tres hijos de diferente padre. Y ninguno se parecía a mí, pero según Rodrigo, eso no fue necesario para hacerlos pasar por un calvario a ellos también, al punto que rogaron por ir a vivir con sus respectivos padres.

No sé si sentir más pena por ellos o por mi madre. Al final, el único culpable de todo fue ese malnacido de Gregorio. «Gregorio» y yo creyendo que mi nombre es horrendo. Grandísimo hijo de puta.

No sé qué tanto le habrá hecho pasar para que quedara así. ¿Qué le hizo? A ella, a Trejo y sabrá Dios a cuántas personas más.

-¿En qué piensas?

-Lamento que hayan tenido que pasar por todo eso. Pero no fue su culpa. No completamente. La he odiado por mucho tiempo, pero solo fue otra víctima.

-A la madre...

-¿Perdón?

-Es que, he estado averiguando sobre tu padre.

-¡Esa basura no es mi padre! ¡Me engendró, pero eso es todo! Disculpa, continúa.

-Cómo te decía, he estado investigando mucho tiempo sobre Gregorio y encontré una foto suya fichada por la policía de otro Estado. Jesús, es de dar miedo... Mira...

Me muestra la foto y siento unas inmensas ganas de vomitar y someterme a una cirugía reconstructiva lo más pronto posible.

Desvío la vista con repulsión.

-Ya lo había visto.

-También te he investigado a ti, sé que estuviste en la cárcel.

-¿Y para investigar si tienes dinero? Eso lleva mucho tiempo y recursos que aseguras no tener.

-En la era del Internet no es necesario gastar nada. Crecí escuchando a mi madre maldecir ese nombre desde el alba hasta el anochecer. Necesitaba saber por qué. Pero he encontrado suficiente información al respecto y cuando me informaron de su fuga, lo suspendí todo.

-¿Y de mí? ¿Habló de mí alguna vez?

Tuve una leve esperanza, pero lo que me dijo a continuación la aniquiló por completo.

-Sí, pero para nada bueno. Lo siento. Te llamaba anticristo, el demonio, etcétera. Cosas muy feas, la verdad. Siempre decía que te iba a matar en cuánto pudiera. Pero no es para menos, y no lo digo por ti. Gregorio hacia el mal por dónde quiera que iba.

-¡Pero yo no!

-Sé que mataste a un tipo.

-Yo...

-Lo sé. Sé cómo pasó. Necesitaba saber que tú no eras cómo él. Es por eso que te busqué cuando supe que estabas en la ciudad. Si hubiera sabido que eras cómo Gregorio, la neta, ni te hubiera avisado.

ELE (Versión Extendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora