Antes de que la humanidad conociera las ventajas y consecuencias de la tecnología vivía en paz con la madre naturaleza, tiempos aquellos en los que el hombre cazaba por necesidad y mas no por diversión, tiempos en los que se le era agradecido con la tierra por brindarnos los recursos necesarios para vivir
En ese tiempo todo era calma hasta que un ser extraño llego al mundo, bueno en realidad llego a ser vista por los ojos curiosos que merodean por el bosque profundo
Esa entidad a existido desde la creación del primer ser vivo, ha visto incontables criaturas nacer, vivir y morir
Esta entidad poseía una forma humanoide, su piel era color canela, sus ojos poseían un tono parecido a una avellana mientras que su cabello era negro cual carbón y muy largo que le hacia parecer que llevaba una capa, su rostro estaba cubierto por una mascara hecha de un cráneo de un ciervo dándole un aspecto atemorizante
Cada vez que ella se acercaba a una pequeña aldea "¡Corran allí viene!" era lo primero que escuchaba
Ella era conocida como la parca, pero su nombre real era Luz, con su toque podía arrebatar la vida a todo ser vivo
Ella siempre llevaba una pelota hecha de piel de ciervo consigo—Solo quería jugar—Era lo único que quería
No era divertido tener que lanzar la pelota contra un árbol una y otra vez...ella solo quería un amigo, pero gracias a su maldito don jamás lo tuvo
Cuantas noches le a llorado a la luna o a cualquier ser celestial para que le arrebate ese don, no lo quería, cuantas veces no trato de suicidarse para estar por fin sola
En tanta tristeza Luz lanzo su pelota hacia unos arbustos para ya no verla, pero antes de que se fuera hacia la oscuridad del bosque la pelota fue devuelta—¿Qué? —Pensaba que se había chocado contra un árbol, la volvió a lanzar y como la primera vez fue devuelta—Quien quiera que seas sal—Ordeno, no quería ser el objeto de burla al ilusionarla con poder tener un amigo
Los ojos de la morena se abrieron de sorpresa al ver que no era una broma si había alguien queriendo jugar a la pelota con ella, y esa persona era una pequeña de tes blanca de al menos unos cinco años
La pequeña poseía un ojo color negro como la noche y un ojo dorado como el sol, su cabello era verde como el pasto y en su mejilla había una marca parecida al sol—Ho-Hola—Saludo la pequeña con temor al ver el aspecto de Luz
—Hola—Le devolvió el saludo
—¿Tu eres luz? —Le pregunto con inocencia típica de una niña
Luz se sentó en el suelo dándole un asentimiento con su cabeza—Ahora que sabes quién soy ¿Cómo te llamas? —Le pregunto con una voz calmada
La pequeña sonrió al ver que no era tan aterradora como solía escuchar entre los árboles—Amity
Luz sonrió al ver que la pequeña no le temía, pero una duda apareció en ella—Amity ¿Y tus padres? —A los segundos se arrepintió de haber hecho
"Padres" esa palabra hizo que los ojos de la pequeña se cristalizaran, tomo el borde de sus ropas con fuerza mordiéndose su labio para no comenzar a llorar
El destino de sus padres fue la muerte a causa del nacimiento de la pequeña, ser diferente se le consideraba maldición
Alador y Odalia lograron ocultarla antes de que la arrebataran para hacerla ofrenda a un dios inexistente
El corazón de la morena se estrujo al ver como pequeñas lagrimas comenzaron a caer por su bello rostro—Perdón...no debí preguntar
La pequeña negó mientras se limpiaba sus lágrimas—Tr-Tranquila, no lo sabias—Amity comenzó a acercarse a Luz con los brazos extendidos, pero ella comenzó a alejarse con pánico—Quiero un abrazo, por favor—Pidió con un tierno puchero al ver que no le quería dar uno
