Capítulo 34| Bryce

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Multimedia: The knife in my back - Alec Bejamin

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Lo siento
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Me encuentro delante de la puerta de madera del apartamento de Eric. El viaje hasta aquí ha sido explosivo. Intentaba mantener mi respiración calmada, pero la acumulación de sentimientos no me lo permitía. Sabía que en el fondo quería que esto no fuese cierto, porque por más idiota y egocéntrico que fuese Eric, no quería creer que tenía la sangre tan fría para ser un asesino.

No necesitaba llamar, conocía perfectamente el código de seguridad para ingresar al lugar. Cuando la puerta se abre el olor a tabaco, alcohol y marihuana me golpea la nariz.

Huele asqueroso.

Cruzo la estancia hasta llegar a la sala de estar. Eric aparece delante, se encuentra sentado en uno de sus sillones caros, lleva un pantalón de pijama de algodón, su torso esta descubierto al igual que sus pies. Su cabello es un desastre.

Una de sus manos se aferra a un vaso lleno de un líquido ambarino, supe el momento exacto en el que captó mí presencia. Su cuerpo se tensó antes de girar en mi dirección. Vi la sorpresa en sus pupilas dilatadas, esta drogado. Reconozco a una persona en ese estado. Se lleva el vaso a los labios y se traga el líquido, luego lo deja apoyado en la pequeña mesa de vidrio.

Me regala una sonrisa y la rabia comienza a fluir dentro de mi como una riada —Bryce —pronuncia mi nombre.

Tres zancadas fue lo que necesite para estar frente de él. Mi mano impacta con su mejilla, siento la piel arderme, pero mi cuerpo lo disfruta. Agradece el contacto, repito el acto impactando con su otra mejilla, el golpe seco retumba en las paredes.

—Hijo de puta —chillo mientras intento golpearlo una vez más, me detiene la mano, se levanta del sillón obligando a retroceder. Por muy alto que sea no me amedrenta.

Sus ojos se clavan en los míos, de un tiro libero mi mano. —Fuiste tú ¿cierto? —lo acusó —.Tú eres el culpable de que Zeke esté en un maldito hospital. —mi voz se quiebra.

—Debes marcharte.

Lo miro con rabia. Me siento débil, en el fondo deseaba escuchar una negativa. Sin embargo ésas son sus palabras. El golpe de realidad duele. No supe cómo, pero mis puños comenzaron a impactar en su torso desnudó.

—¿Porqué? ¿Porqué? ¿Porqué? —jadeo con cada golpe. Sus movimientos son rápido a la hora de detenerme. Esta vez ejerce más fuerza para neutralizarme. Nos quedamos muy cerca uno del otro, la crueldad en su rostro me hace ver al verdadero Eric.

Avenida Desastre #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora