◍৻A una puerta del cielo৲◍ [Spartor]

~[¿Nueva etapa?]~

Ya en el día 12, Sparta empezó a esperar las cartas de Raptor con ansias, cada día le preguntaba a Timba qué le había enviado Raptor

– Si tanto te emocionan sus cartas, porque no le dices que venga? – Preguntó Timba, casi sonando como un psicólogo

– Porque... Bueno... Eh... Yo... N-no lo sé... Quiero verlo pero... Lo que me hizo... No sé si debería, me da miedo... – Respondió Sparta, algo confundido

Timba se sentó a su costado a aconsejarlo – A ver, él te hizo daño, no? Y ahora lleva casi 2 semanas seguidas intentando recuperarte con regalos especiales para tí... Qué es lo que te da miedo? – Preguntó

Sparta, muy confundido, abrazó su peluche y agarró la caja de chocolates que le había enviado Raptor, en la que guardó todas sus cartas

– Tengo miedo de que me haga daño de nuevo... Pero... No lo sé, solo... Siento que lo amo mucho... – Comentó, abrazando su lindo peluche, casi al borde del llanto

– Creo que ya demostró varias veces que en verdad te ama... Y si en verdad te ama, jamás volverá a dañarte – Respondió Timba a su comentario, mirándolo fijamente, casi pareciendo un padre preocupado por su hijo

– Sí pero... Y sí deja de amarme?... – Preguntó Sparta algo apenado

– Probablemente pasará... Pero podrías evitar eso dejando de lado tu indiferencia, no crees? – Respondió Timba

El castaño se quedó unos minutos pensando, Timba tenía razón, si Sparta seguía siendo indiferente con Raptor, eventualmente éste se cansaría

Pero he ahí la pregunta: ¿Cuándo sería el momento adecuado para hablar con Raptor?

Empezó a preguntarse eso durante unos segundos, sin hallar respuesta alguna, solo más y más dudas

– Sparta... Me dejas darte un consejo? – Preguntó el peliazul

– Claro..? Adelante. Dilo – Sentenció el chico

– Hagas lo que hagas, siempre piensa en tí, antes de tomar una decisión pregúntate si eso te hará feliz, vale? – Comentó el mayor, con una sonrisa confiada y pacífica

El menor accedió y abrazó fuertemente a Timba, agradeciéndole todo lo que había hecho por él y por Raptor

Del día 13 al 18, Sparta leía las cartas con Timba a su lado, comentaban, contaban anécdotas y se divertían juntos

Al castaño de las miedo que su estadía en el hospital terminara, le da miedo perder a Timba, a quien le había agarrado un cariño increíble

– Oye... Mañana me voy... A pesar de eso... Nos seguiremos viendo, cierto? – Preguntó, asustado

– Pues claro que sí! Tú solo llámame y estaré cuando lo necesites! – Respondió el mayor

Eso calmó un poco a Sparta, pero aún tenía algo en mente: Raptor

Seguía algo indeciso, sabía que, aunque no quisiera, debería verlo al día siguiente, aunque quisiese mudarse, tenía que volver de todas formas a recoger sus pertenencias

Mientras Sparta y Timba formaban una linda relación "paternal", Raptor iba siendo consumido por la tristeza

La indiferencia que mostraba Sparta lo estaba matando, rogaba todos los días por recibir por lo menos un pequeño "Hola" de él

Fuese lo que fuese, un insulto, un golpe, una regañada, quería que la indiferencia se termine, era su único deseo: Que todo volviera a ser como antes