La habitación,El espejo y todo lo que eso conforma

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Era de madrugada, me desperté sintiendo como mis ojos se acomodaban a la oscuridad de mi habitación, vi las cortinas bailando al ritmo del aire, vi mis trofeos encima de la repisa de la pared al frente de mí.

La cabeza me daba vueltas y sentía mi cuerpo pesado ¿que me habrá pasado mientras dormía? Sin dudarlo me moví un poco hasta acercarme lo suficiente a la mesita que estaba al lado de mi cama.

En ella reposaba mi celular con la pantalla apagada,le di dos toques en la pantalla y este se encendió dejándome ver mi fondo de pantalla de colores oscuros.

Mientras dirijo mi mirada hacia los números en mi pantalla siento como una ráfaga de brisa me pasa por el costado de mi cuerpo, mi piel se puso de gallina pero por dentro no estaba asustada ni tampoco impresionada.

No era nada nuevo sentir esto en las noches.    
Me fije que eran las 3:17 AM. Sentí mi garganta un tanto seca, me bajo de mi cama, cayendo en mis pies, sintiendo la suave tela de la alfombra abrazar con suavidad mis pies descalzos, y con mis ojos un poco cerrados por despertarme tan derrepente me dirijo a mi baño,en el veo mi cara.

Parecía una persona sin vida,debajo de mis ojos de color carmesí. Espera... ¿Carmesí...? . Desde hace unos días mis ojos cambiaron de un color verde muy oscuro a un carmesí brillante, era impresionante lo que te hacía ver la esquizofrenia infantil.

Era algo que supuestamente tenía y me diagnosticaron a mi corta edad de 4 años .

Pero no les preste mucha atención,seguí viendo mi reflejo y vi el color de mi piel, estaba mi tez muy pálida, más las ojeras oscuras debajo de mis ojos rojizos, mis facciones se veían cansadas y desgastadas.

Las marcas de rasguños en mi cuello todavía no sanaban, algunas eran más profundas que otras, el contraste de la piel pálida con las marcas enrojecidas, se veía un tanto espeluznante.

Daba un aire a una persona muerta, mi cabellera oscura empeoraba,pero eso no era todo.

Cuando deje de analizar mi reflejo, me fije en lo que se asomaba detrás de mi. Un cuarto similar a los de los psiquiátricos, con ese aire triste y monótono.

Uno con un aire de ese mito que dicen que si te ves por más de 10 minutos en un espejo dicen que podrías empezar a alucinar y ver como toda tu visión se distorsiona, sentía que si veía mucho ese cuarto entraría en la locura e impaciencia.

Al fondo se encontraba una cama de metal con sábanas blancas, desordenada por su uso diario. Las paredes de un color blanco muy desgastado por los años en donde todas las almas que algunas vez fueron retenidas, como lo diría  un psiquiatra, dejaron sus marcas.

-En donde quedo mi cuarto?- pensé.

Me di la vuelta y seguí viendo aquella habitación de aire enfermizo y vi con mas detalle todo el sitio, como a través de las cortinas de un color pálido se veían los barrotes de hierro que estaban después del cristal de la ventana.

Como el piso era de una baldosa gris y triste, la mesita de noche al lado de mi cama donde reposaba un reloj y una lámpara de forma extraña y como el espejo donde me había reflejado un momento estaba colgando de la pared arriba de un pequeño lavamanos color blanco a juego con toda la habitación.

Estaba un poco asombrada y a la vez un tanto asustada, por un momento pensé que la habitación se hacía más pequeña, pero no era así, solo era mi imaginación jugando con mis sentido de la percepción.

Me acerque al lavamanos al lado de el retrete gris y olvidado y vi mi reflejo con el cuarto asomándose detrás de mi, y por unos segundos vi como mi reflejo alzaba una pequeña mueca que se volvió una sonrisa macabra. 

En ese momento sentí un escalofrío recorriendo mi espalda y pensé como pude haber llegado ahí si hace un minuto estaba en mi cuarto, en mi casa, en mi hogar. Solo sabía que necesitaba salir de ahí.

Pensé que por la ventana no funcionaría, y vi aquella puerta de metal gris claro y la rejilla de cristal con barras de hierro seria mi escape.

Me acerque rápidamente a la puerta y verifique que estuviese abierta sin ningún seguro, cuando gire el pomo y esta no abría  empecé a golpearla con las palmas de mis manos hasta que estas tomaron un color rosado por el movimiento tan brusco que realize.

Apreté mis manos en un puño y volví a golpear la puerta mientras gritaba pidiendo ayuda y nadie me escucho.

Me di la vuelta descansando mi espalda de la puerta metálica, cansada,asustada y alterada volví a dirigir mi vista hasta el espejo de aquella habitación, mientras veía que en el se reflejaba mi cuarto.

En ese momento quedé en blanco.

Recordé que esa era mi habitación donde había pasado tanto tiempo durmiendo, viviendo, disfrutando y jugando con mis cosas, jugando con mis amigos que me visitaban todos los días.

Recordé todas las veces que me quedaba viendo la figura extraña que siempre estaba en el techo de mi habitación y a veces me hablaba diciéndome cosas.

Mi celular y mi ropa, mientras veía cosas en mi televisor, los recuerdos llegaron a mi como una película.

Y recordé el día en que me sacaron de ahí.

Ese día me trajeron hasta aquí, sin razón, vi ese día como todos mis amigos estaban dentro de mi cuarto jugando. 

Empezaron a tocar y llamar a la puerta y los vi a todos con cara extrañada, y abrí la puerta viendo como unas personas desconocidas con ropa extraña, similar a la de  un laboratorio, me agarron y me condujeron a una camioneta de logo extraño.

Mientras pasábamos por la sala, yo tratando de safarme de su agarre vi como mi madre lloraba mientras mi padre tenía expresión seria y sus ojos fijos en mi y no los volví a ver más.

Siempre recordare lo que me decia esa cosa extraña de el techo de mi cuarto, me aconsejaba a que no hablara ni me acercara a mis padres por mi seguridad, que ellos eran malos y muchas otras cosas más.

Me trajeron aquí y de ahí recordé todo el tiempo que llevaba internada en este psiquiátrico. Todo vino a mi como un flashback.

Solo me dirijo de nuevo a mi cama con expresión cansada y aburrida a volver a dormir, y esperar el día de mañana en donde podría salir un momento de mi cuarto y buscar comida.

Me fije en la mesita de noche al lado de mi cama, y tan solo un reloj viejo que marcaba la hora, las 3:24 AM. Me cubrí con las cobijas de color blanco, me recosté en la almohada mirando hacia el techo, cerré mis ojos y volví a dormir.

cosas x que me invento Where stories live. Discover now