Aquella chica que es muy afamada por ser "La Diosa del viento" la primera mujer en una pandilla.
Aquella que es reconocida por su increíble sincronización con su hermano, Ryuzaki.
¿Podrán el leopardo blanco y Shinichiro, sanar esa herida que algun...
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Advertencia: Este capítulo puede contener escenas poco agradables para algunos lectores
Narra T/n
Acabamos de regresar de China, ha sido el mejor asesinato que alguna vez pude cometer. Pero aún así nunca olvidaré aquel día que manche mis manos de sangre por primera vez.
Y pensar que si no lo hubiera hecho no habría podido matar a ese malnacido.
Aveces agradezco haber pasado por eso y otras veces solo quiero olvidar ese momento.
Flashback.
Se encontraba un pequeña chica de 15 años molestando a uno de sus subordinados.
-Señorita Momonori- la llamaron y está se dirigió a ver qué sucedía.
-Si?- pregunto.
-Tenemos que deshacernos de los traidores y su hermano Ryuzaqui no se encuentra- hablo un hombre mayor- y ninguno de nosotros nos podemos acercar por orden del joven Ryuzaqui- finalizó.
-Entonces? Que hacemos?- pregunto la peli-plata sin entender.
-Usted lo tiene que hacer- soltó de la nada uno de los subordinados de tu hermano.
-Eh!? Yo no sé matar a nadie!- exclamó alterada la chica.
No pudo negarse, después de todo ella era la cabeza de esa mafia.
Entro lo más despacio que sus piernas le permitían, los labios le temblaban al igual que las piernas, tenía miedo y eso era evidente.
Cuando porfin entro a la sala donde se encontraban aquellos hombres sentados en sillas amarrados de pies y manos, con una venda en los ojos y una mordaza en la boca.
La chica sabía que tenía que hacer, más sin embargo, la voz le saldría temblorosa seguramente.
-A quien le han abierto la boca y de que han hablado- la voz había salido firmé, su personalidad había cambiado en menos de dos segundo.
Los hombres solo podían hacer ruidos por la mordaza, la Momonori se acercó y con una navaja cortó la mordaza.
-No pienso decírtelo- dijo uno de los hombres.
Ella se había congelado, su personalidad habitual había vuelto, sin querer y por impulso le disparó al hombre en la pierna.
-Ah!- se escuchó un grito desgarrador por todo el lugar.
