Jisung llevaba una vida "correcta", creía fielmente en lo que su familia le enseñaba y seguía cada consejo y orden recibida, sus padres confiaban en que él no les traería una decepción, aún así no podían correr riesgos...
No comprendía que había hec...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Minho corrió rápidamente por un pasaje que llevaba a los rieles, un poco lejos de los vagones principales y cuidando que nadie lo viera.
Pronto subió dentro de los últimos, de esos que no se usaban ni tenían puertas. Allí unas cajas y cartones viejos lo acompañaban.
Buscó un buen lugar donde acomodarse y finalmente pudo sonreír con tranquilidad. Su rostro quemaba mucho, había tomado el valor para darle un beso a Jisung antes de bajar pero aún así no podía evitar sentirse muy avergonzado. Estuvieron tan cerca luego del abrazo, que todo parecía irreal de alguna forma.
Cuando los pulgares de él habían tocado su rostro estalló un alboroto dentro suyo, con sus latidos extremadamente acelerados y por más que el momento fue acabado por gritos ajenos, su corazón le había gritado que haga algo más.
Extrañamente no había dudado, a penas volvió a mirar a Jisung no dejó que se despida y lo beso en la mejilla, sin querer había sido un poco más abajo y cerca a sus labios, eso curiosamente no le molestó.
Y su amigo tampoco había reaccionado mal, lo vio sonrojarse y sonreír un poco, eso solo hacia que sienta rara emoción.
Su terco corazón a pesar de lo obvio que estaba siendo se negaba a terminar de aceptar la atracción que sentía hacia Jisung, igual que el día anterior con ese poema que le leyó el cual lo había hecho sentir completamente expuesto. Como si cada palabra estuviera describiendo lo que sentía por su nuevo amigo.
No podía ser eso, no podía estar seguro si nunca antes se había enamorado. Necesitaba hablar con alguien sobre lo que le pasaba pero justo ahora estaba solo y no le contaría a su abuela, la conocía tan bien estaba seguro que lo avergonzaría mucho con sus comentarios.
Hannie se adueñó de su mente desde que sintió el tren moverse y dirigirse a su destino. Luego de haberle dado ese tierno beso, cada que lo recordaba solo lo hacía querer regresar a su lado y repetirlo.
Podía anticipar que sería un completo martirio toda la semana que estaría lejos de él..Es que existían mil actividades que su mente ideaba para hacer juntos, imaginaba sus reacciones o que le gustaría más.
Sólo esperaba los días pasen rápido y para volver a ver sus ojitos lindos de nuevo.
Se levantó un poco y gateando llegó al borde del tren para disfrutar de la brisa y el paisaje que la naturaleza le regalaba, el cielo de un azul claro con nubes que parecían estar pintadas como una obra de arte. Además de las praderas, con hojas tan verdes y flores que eran hermosas.
Era de sus cosas favoritas de viajar de la casa de su abuela al pueblo o viceversa.
Deseaba mucho poder compartir eso con Jisung, absolutamente todo lo que le parecía hermoso debía mostrárselo a él. Entonces recordó su situación.
El hecho de que Jisung no podía salir. No era la primera vez que sentía tristeza por eso, ya que cuando su cabeza divagaba entre pensamientos sobre él y llegaba a ese punto de su historia, decidía ignorarlo.
