ㅡ𝙉𝙤 𝙗𝙖𝙟𝙚𝙨【Johnil】

10

Ten había llegado de la universidad cansado, pero siempre llevaba en su rostro ese semblante tan sonriente característico de él. Abrió la puerta de su hogar y cuando entró se encontró con una gran sorpresa. Su hermano mayor tirado en el piso inconciente. Tiró sus cosas y se fue rápidamente a auxiliar a Johnny.

— John...¿Johnny?

Comenzó a moverlo para que reaccione, pero nada pasaba.

— Johnny, ¡Johnny!

Lo agitó más fuerte y esta vez sí obtuvo reacción.

Johnny se levantó asustado y con un grito ahogado. Miró en todos lados buscando a la mujer ensangrentada, pero solo pudo encontrar a su hermano menor ahí a su lado.

— Ten...

Su respiración no se regulaba, el susto que le había dado esa mujer realmente fue demasiado. Miró a su hermano fijamente y lo sostuvo por los hombros.

— Ten, debemos irnos.

El contrario frunció el ceño en confusión, no entendia por qué le decía eso.

— ¿Qué pasó? ¿por qué estás tan asustado?

Johnny mordió su labio inferior y volteó su cabeza en dirección a la puerta del sótano.

— Una mujer...yo ví una mujer.

— No te estoy entendiendo.

El de ojos color café agitó al menor con fuerza.

— ¡Yo la ví, estaba con sangre, mucha sangre!

— ¡Me estás asustando!

El azabache se separó rápidamente y se levantó para buscar su teléfono.

— Voy a llamar a Jaehyun.

Johnny seguía en el suelo, aún estaba en shook, su cuerpo temblaba y su respiración era irregular.

Sus ojos habían visto algo horrible, demasiado horrible.

Cerró sus ojos con fuerza para tratar de borrar esa imagen de su mente y luego de un rato se levantó con algo de dificultad.

— Jaehyun viene para acá.

El mayor solo pudo agachar la cabeza.

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— Déjame ver si entendí. Me acabas de decir que viste a una mujer desfigurada y ensangrentada y que por el susto te desmayaste.

Jaehyun mencionó y Johnny asintió ante lo que dijo.

— Todo pasó rápido, tan rápido como la ví se fue y...me desmayé.

Jaehyun alzó una ceja observando a su mejor amigo. Suspiró cansado de la situación y puso sus manos en su cintura.

— Johnny.

El castaño sabía que le iba a decir y ahora se sentía ridículo.

— Los fantasmas no existen, lo sé, pe-

— Johnny, estás estresado, eso te hace ver cosas donde no las hay.

Inclinó su cabeza a un lado observando al más alto.

— Sabes lo que opino sobre este tipo de temas, los fantasmas no existen, solo estás estresado.

Ten solo oía lo que decían mientras hacía sus trabajos. Miró de reojo a su hermano y después a Jaehyun.

— He tratado de hacer de todo para dejar de estar estresado y te puedo asegurar que eso que ví no fue parte del estrés.

Afirmó el más alto viendo a su mejor amigo.

Jaehyun volteó los ojos.

— Como digas, grandote. De todas maneras espero dejes de ver esas cosas. No es sano.

Oh, el no cree nada de lo que dice Johnny.

Ya rendido, solo le tocó asentir. Caminó hacia las escaleras para subir a su habitación.

— Buenas noches, Jae.

— Buenas noches, grandote.

Jaehyun caminó hacia la entrada principal y salió de la casa. Ya una vez afuera buscó las llaves de su auto, las encontró y se dirigió hacia este. Entró y se acomodó. Se puso el cinturón y tomó el volante.

Antes de arrancar el auto, sintió algo frío tocándole la espalda. Se sobresaltó y miró hacia los asientos traseros.

Nada, no había nada.

— Raro.

Volvió su atención al volante y arrancó para irse a su hogar.

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Vaya, esta vez el capítulo fue muy corto. Les pido disculpas.