Caigo de rodillas con sangre brotando de mi boca, el golpe me ha dejado con la vista borrosa, estoy fuera de forma, mi ausencia seguida en los entrenamientos me está pasando factura. Intento ponerme en pie, sin embargo, regreso a la misma posición. Esto es frustrante.
—Te dije que debías entrenar los días que continuaste con la mentira—la voz de Raiden se burla de mí.
—Podrías ser menos brutal conmigo, ¿no lo crees?
—Si lo hiciera me patearías el trasero cuando recuperes el ritmo, prefiero prevenir esa paliza.
—De cualquier forma, la tendrás, me vengaré por lo que estás haciendo. Así que no cantes victoria.
Escucho su risa, la frustración y enojo se apoderan de mí, extiendo mi brazo y envío una ráfaga de fuego hacia él, tardo un par de minutos en girarme para ver que activó su escudo en el momento justo. Es complicado que entrene con alguien más, Raiden puede burlarse de mí a sabiendas que lo atacaré con cualquiera de mis poderes, hemos intentado que entrene con alguien más, nadie ha podido leerme de esa manera, excepto por Hilal, después de todo estamos en la misma situación.
Los entrenamientos cotidianos no han sido iguales, tengo la sensación de que me protegen más que antes, en los enfrentamientos no me emparejan con nadie que no sea Alex, Raiden o Girax, entiendo que no quieran que el incidente vuelva a ocurrir, la cuestión es que no todos son como esa persona. Así que he estado entrenando con Raiden como si lo hiciera con Arecida.
—Bien, suficiente entrenamiento físico, ahora entrena tu poder, bicha.
Me mantengo en el suelo, mejor no hago el intento de reincorporarme, Raiden se sienta en el punto en el que está, hago lo que he estado haciendo estos días, derribar las barreras de su mente, al comienzo las derribo fácilmente y con rapidez, sin embargo, conforme avanzo el proceso se vuelve más difícil y lento.
Esto es lo que más ha llevado tiempo del plan de escape, patrullé con Hela y Heftian un par de veces, no recaudé información nueva, así que me centré en mi poder. He pasado unos cuantos minutos intentando penetrar la mente de Raiden, cosa que se imaginaran no ha sido fácil, con la de Alex ha sido más sencillo, he logrado que vea lo que quiero sin que note que no es real, también lo he hecho con Arecida, con ella es lo mismo que con Alex, solo que cuando lo hago se encuentra desprevenida es sencillo, sin embargo, así que es más complejo cuando es consciente de lo que hago, es por eso por lo que Raiden me lo pone tan difícil.
Un rato después estoy tirada en el césped más cansada que los días anteriores. Escapar es más difícil que quedarnos aquí y todo depende de mí.
Doy vuelta en mi propio eje quedando boca abajo mirando a Alex, Girax y Nerea, hoy es su día libre, así que están jugando con un balón, se supone que no deberíamos hacer esas cosas, pero bueno. A lo lejos vislumbro a Fares, sé que los reñirá, sin embargo, me saluda a mí como si los chicos no estuvieran ahí, cuando se ha alejado me giro abruptamente hacia Raiden.
—¿Cómo es que no los vio?
—¿No hiciste nada? —niego con la cabeza—Tal vez lo hiciste inconsciente ¿ya has usado tu poder de esa manera?
Ese día viene a mí, niego inmediatamente, él no necesita saberlo.
—Jamás me había pasado, es extraño, solo estaba pensando que los reprendería.
—Intenta eso mismo conmigo.
Vuelvo a hacer presente la sensación que tuve con Fares, miro directamente a Raiden, él eleva su vista hacia donde están los chicos, parpadea varias veces antes de volver a mí.
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Semideum Perhibemus
FantasyLa guerra nunca acaba, la paz es solo una farsa, no hay ganadores o perdedores, solo hay destrozos, almas destruidas que nunca sanarán.