Blanca Nieves [TERMINADA]

Mazana Envenenada

El día que Voldemort vio a Harry por primera vez, estaba inspirado. Y no solo él, toda la escuela quedó impresionada por la belleza que tenía el chico. Sus ojos podrían mirar directamente en el alma de alguien, conociendo tu secreto más oscuro y profundo que quieres esconder de todos. Su largo cabello negro era suave y caía sobre sus hombros con gracia, su piel era blanca como el papel y oh... Sus labios... Qué besables se veían. Y su cuerpo, construido como un modelo femenino, delgado y perfecto. Básicamente era la versión masculina de Blanca nieves, un cuento de hadas muggle. Uno estúpido, a sus ojos. Pero este chico tiene perfectamente las mismas características faciales que se usaron en el cuento. Piel blanca como la nieve, labios rojos como la sangre y cabello negro como el ébano. Oh, cómo deseaba tener a este chico en sus manos, convirtiéndolo en una de sus posesiones, su mayor tesoro. Pero no, ahora mismo estaba demasiado débil. Pero él lo buscará, lo capturará y lo protegerá del mundo entero. No era lo suficientemente fuerte en este momento. Ahora era algo que él mismo no conoce, un espectro o algo similar. Estaba atrapado en la cabeza de Quirell, sin tener el poder de tener un cuerpo por sí mismo. A veces era lo suficientemente fuerte como para poseer al tonto por algún tiempo, pero apenas lo poseía, no queriendo desperdiciar su fuerza. Un espíritu débil. Pero eso cambiará. Y hasta el momento en que sea lo suficientemente fuerte como para defenderse de Dumbledore, su hermosa criatura, su niño, estará protegido por ese anciano. Oh, no podía esperar. Quería tener al niño, y lo que quiere tener, lo obtendrá.  Dumbledore nunca sabrá qué lo golpeó. 

Harry Potter era andrógino. Un niño con características de machos y hembras. Gracias a sus familiares, su tía, tío y primo, estaba desnutrido.  Trabajar siempre con los Dursley le dio un cuerpo bastante en forma, pero sin la nutrición necesaria, sus músculos no se desarrollaron. Era bastante pequeño para un niño de once años, aparentando tener nueve. Fue un castigo que soportó sin quejarse, no los escuchó cuando se trataba de sus estudios después de todo. Querían tener el hijo perfecto, bueno en la escuela con modales como un caballero. Pero no.  Consiguieron un matón sin buenas notas. Solo su apellido lo salvó más de una vez de ser expulsado, pero luego de tres advertencias a Dudley sin cambios, detuvieron todos sus esfuerzos por proteger a los estudiantes. Especialmente si podían proteger a todos los estudiantes de Dudley al sacrificar a uno, Harry James Potter. E incluso si Dudley lo atormentaba, Harry aún era mejor en clase que él, estaba en la cima sin realmente aprender. Tener una memoria eidética tiene sus beneficios y Harry la usó. ¿Por qué no lo haría? Lo invitaron a una escuela para gente rica, diciendo que todos sus costos serán pagados personalmente por la escuela, así que aprovechó la oportunidad. Dejar la escuela primaria a la edad de ocho años y pasar a un famoso internado fue su venganza por el trato que recibió de sus familiares. Era mejor que Dudley. Con la dulzura de una flor, la mente de un niño dotado, la gracia de una familia noble y la belleza de un cristal, no era de extrañar que muchas personas lo envidiaran. Tuvo suerte de haber aprendido a ver a través de las máscaras de las personas, ya que si no lo hubiera hecho, sería violado, secuestrado y retenido como prisionero más de una vez.  Literalmente podía escuchar sus pensamientos corriendo a través de ellos, dándole una ventaja que no desperdició. Era para su protección después de todo. Entonces, cuando entró en el gran salón y su cabeza estaba llena de pensamientos de estudiantes en la pubertad, su interés alcanzó su punto máximo cuando conoció a tres personas cuyos pensamientos no podía leer. Un hombre de pelo negro y ojos negros, otro hombre con un turbante en la cabeza y un anciano, al que reconoció como Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore de una tarjeta de rana de chocolate. Harry realmente quería saber por qué no podía leer sus pensamientos, pero no los cuestionó.  Lo descubrirá, había una biblioteca en la escuela después de todo, y quería estar allí el mayor tiempo posible, queriendo aprender todo del mundo mágico.

Fue gracioso ver la reacción de sus compañeros de año cuando vieron un viejo sombrero rojizo en el gran salón, esperando a que se pararan frente a él. Haber escuchado los pensamientos de los estudiantes mayores le dio una ventaja, él sabe cómo funciona la clasificación incluso antes de ver el sombrero.