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Donghyuck no tenía que hacerlo.

No tenía porque estar despierto a mitad de la noche, al día siguiente tenía que asistir a sus clases de la universidad, por lo que dormir temprano era esencial si no quería amanecer con un humor de los mil demonios como diría su madre.

Pero ahí estaba, dando vuelta y vueltas en su cama sin poder conciliar el sueño, solo, en las penumbras de su habitación esperando esa llamada.

¿La llamada de que? Pues la llamada que le haría salir de esa cama para dirigirse a la de alguien más.

Se había dicho a si mismo que no lo haría más, que no esperaría nada esa noche y menos aún, si es que recibía esa llamada, iría corriendo tras él o al menos esperaba ni siquiera contestar y solo dejar que sonase.

Pero era muy malo para engañar, peor para engañarse a si mismo.

Hasta se había puesto su pijama y había hecho ejercicios de relajación antes de acostarse para solo caer y dormir, pero claramente no había resultado así.

Así llegaba a esa situación, de estar mirando el techo de su habitación, esperando y esperando.

Porque sabía que esa llamada llegaría.

Siempre llegaba.

Y Lee Donghyuck nunca se equivocaba.

Apenas escuchó el tono de su celular se sentó rápidamente quitando las mantas de él, tomando su ropa que había dejado a un costado y poniendo su celular entre su hombro y oreja para contestar.

Ni siquiera tuvo que mirar quien era.

-Dime Minhyung.

~Donghyuck...- el escuchar su voz, ese tono tan bajo con el que le llamaba, tan ronco, solo le hizo cerrar sus ojos mientras cambiaba sus pantalones- por favor ven, n-no... no me siento bien.

También por su forma de hablar y el ruido de fondo podía adivinar que el mayor no estaba en su casa.

-Está bien, ¿estás en el bar?- preguntó, cuando recibió una respuesta afirmativa solo dejo salir un suspiro- iré para allá en un minuto, no te muevas de donde estés.

~Bien, te esperaré.

Y con ello la llamada se cortó, remplazando su polera de pijama por una sudadera, buscó una chaqueta en su armario y tomó sus cosas para finalmente salir.

La fresca noche le pegó directo en la cara cuando salió del edificio, tenía suerte de que el bar al que Mark frecuentaba estuviera cerca, solo tenía que caminar unas pocas cuadras y, esperaba, no tener que llevarlo a rastras.

Una vez ingresó al bar se fijó por todo el lugar hasta que dio con esa muy conocida espalda y cabellera rubia, no podía equivocarse, esa vista la había visto tantas veces ya sea con o sin ropa.

-¿Pudiste siquiera pensar que estaba dormido en vez de llamarme para que viniese por ti?- soltó apenas se posicionó a su lado, sin mirarlo y con la vista en el frente.

-No estabas dormido- fue lo que dijo Mark mientras bebía de su vaso- nunca estás dormido cuando llamo.

-Ni tu sobrio- devolvió, haciendo sonreír con sorna al otro- deja eso y vámonos- le arrebató el vaso de las manos e intentó ponerlo de pie.

Con cierta dificultad Mark se puso recto, pero de todas formas Donghyuck tuvo que abrazarlo de la cintura y que pasara uno de sus brazos por sus hombros para poder caminar hasta el edificio.

Fue sorpresa para él que durante todo el camino el chico se mantuviese callado, comúnmente divagaba sobre ciertas cosas hasta que lograba llevarlo a su departamento, pero esta vez hubo un calmado silencio.

Middle Of The Night [Markhyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora